
El sector inmobiliario plantea la posibilidad de abrir la vía contencioso-administrativa contra la ley que limita el precio del alquiler en Cataluña si el Gobierno no la recurre ante el Tribunal Constitucional, de manera que la norma quede suspendida automáticamente.
Asociaciones y colectivos profesionales que ya se han manifestado en contra de la norma barajarán la opción judicial si la ley llega a aplicarse después de su publicación en el Diari Oficial de la Generalitat de Catalunya (DOGC), según Joan Company, presidente del Consejo de Colegios de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria de Cataluña.
Company advierte de que si no es el Gobierno quien impugne la ley ante el Constitucional la norma entrará en vigor hasta una sentencia que podría alargarse dos o tres años, generando una gran "inseguridad jurídica" en una materia tan delicada como el del derecho a la vivienda. "Si no hay seguridad jurídica a la hora de formalizar los nuevos contratos, el perjudicado es todo el sector en general, propietarios e inquilinos", remarca Company.
Insiste en que es falsa la idea de que la norma beneficiará a los inquilinos porque se reducirá la oferta de vivienda en alquiler y que el problema de la vivienda "no se solventa actuando contra el precio sino equilibrando oferta y demanda". Limitar las rentas, a su entender, lo único que provoca es que muchos propietarios acabarán retirando sus pisos del mercado del alquiler y los pondrán a la venta.
El sector apuesta por abordar a fondo la política de la vivienda en Cataluña, con conocimiento de cuál es la realidad del parque de viviendas de alquiler y con medidas que den estabilidad al inquilino y seguridad al propietario. Una ley que no ha sido consensuada: "No se nos ha consultado ningún aspecto de la nueva reglamentación", se queja Òscar Gorgues, gerente de la Cambra de la Propietat Urbana de Barcelona. "Ha sido una imposición del Sindicat de Llogaters que ha dictado la norma", de manera que el sector hará lo posible no únicamente para paralizarla sino para reformularla "para plantear, analizar, debatir la problemática de la vivienda en general y buscar soluciones desde el consenso", añade.
La Cambra de la Propietat Urbana pone énfasis en los efectos colaterales del límite a las rentas de alquiler. Gorgues explica que se incrementará la demanda por aquellos vecinos que verán una oportunidad para volver a residir en las grandes ciudades y por una atracción de extranjeros que quieran vivir en capitales como Barcelona, un hub tecnológico importante.
La norma, asegura, generará un efecto llamada y el propietario podrá ser más selectivo con los posibles inquilinos, por ejemplo, será antes un ejecutivo que una familia con hijos, dice Gorgues. Es decir, la población catalana tendrá una competencia adicional que elevará la demanda en una ciudad en la que "no recaerán nuevos inversores para constructor vivienda nueva destinada al alquiler, si además tiene la alternativa de hacerlo en Madrid, donde no tendrá que supeditarse a regulación alguna", según Gorgues.
También señala que los inversores que ya están establecidos en Cataluña "se plantearán salir del mercado, especialmente si son pequeños propietarios que deben enfrentarse a rentas limitadas, posible morosidad, ocupaciones y colapso judicial en caso de desahucios y presión de asociaciones, desperfectos y gastos de mantenimiento, incremento de la presión fiscal, ...", unas trabas que empujarán a poner la vivienda a la venta en segunda mano o en invertir en otros mercados.
La autoregulación
Por su parte, el director general de Alquiler Seguro, Sergi Gargallo, señala que los grandes tenedores ya no invertían en Cataluña con leyes más restrictivas y normas como el juicio exprés -que es "una broma"- y advierte que el 96% del mercado del alquiler está en manos de pequeños propietarios que tienen una o dos viviendas arrendadas y los alquileres complementan sus ingresos mensuales para cubrir sus necesidades. Por ello, poner coto a las rentas acarreará otro problema, el propietario no dispondrá de recursos suficientes para el mantenimiento y mejora de la vivienda y "en los próximos 10 años se degradará el parque existente", porque no se invertirá en reformas.
Podría derivarse también la aparición de economía sumergida con un mercado negro, porque "se han roto las reglas del juego entre oferta y demanda y eso ha ocurrido en un momento en el que, al tratarse de un mercado maduro, el precio de la vivienda en Cataluña ya se estaba autoregulando a la baja, en parte por el efecto de la crisis del Covid y la nueva ocupabilidad de los pisos turísticos con contratos residenciales", señala Gargallo.
Uno de cada cuatro
El mercado del alquiler ha tenido un crecimiento exponencial en los últimos 15 años en Barcelona, pasando del 7% del total de la vivienda disponible a un 26%, según Sergi Gargallo, de la plataforma Alquiler Seguro, quien destaca que es un porcentaje que aproxima la ciudad a niveles de las principales capitales europeas.
Respecto al precio, admite que en los últimos cinco años las rentas se ha incrementado entorno a un 47%, pero reprende a quienes hacen esta observación sin tener en cuenta el descenso en porcentajes similares que provocó la crisis de 2008.
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