
Jesús Julio Carnero da gracias a Dios poque "milagrosamente estoy aquí" tras 80 días hospitalizado por el coronavirus, una experiencia que le hace ver las cosas "de otra manera". Por ello, afirma que las dos actividades más importantes en la historia del mundo son el oficio de agricultor porque te da de comer, y el de sanitario porque te cura.
Estamos en la recta final de la negociación del Plan Estratégico de la PAC ¿Cuáles han sido las principales reivindicaciones de Castilla y León que se han aceptado?
Hay distintos ámbitos en los que hemos avanzado en lo quiere Castilla y León. En primer lugar, hemos conseguido que la ayuda complementaria a los jóvenes no se dé sobre 90 sino sobre 100 hectáreas, algo importante. En el pago redistributivo, inicialmente el Ministerio lo cuantificaba en el 12% y hemos conseguido que se mantenga el mínimo del 10%. Hemos defendido también que se mantengan las ayudas asociadas a los sectores que las recibían, importantísimos en Castilla y León, tanto la ganadería, como la remolacha o los proteicos y leguminosas. Además, hemos conseguido algo realmente importante como es que se eliminara la regresividad en ese tipo de ayudas.
¿Y qué es lo que está pendiente?
Aunque hemos avanzado en el pago redistributivo para el agricultor profesional, defendemos que sea para ellos en exclusiva y lo seguimos reivindicando. Castilla y León sigue defendiendo una posición que es de Comunidad sobre el agricultor profesional que trasciende más allá de lo que es la propia PAC. Si queremos atraer a los jóvenes diciéndoles que éste es un sector lleno de profesionales, que no es un oficio de segunda o un complemento respecto a otros tenemos que dar ejemplo y que eso se recoja de manera clara en la PAC. Hasta ahora no hemos recibido una respuesta positiva en ese sentido. También vamos a seguir reivindicando que se eliminen de los ecoesquemas todo lo que tiene que ver con la degresividad y si se tiene que mantener que sean con tramos más acordes con lo que es la agricultura regional. También estamos trabajando mucho para una solución a todo lo relativo a la rotación de cultivos para que sea en la explotación y no en la parcela, algo importante porque tiene una gran consecuencia en el regadío y muy especialmente en el maíz, en lo que somos la primera potencia en España, especialmente León. Lo que es cierto es que la PAC no nos gusta como viene porque pone todo el acento en lo medioambiental, olvidándose de algo fundamental y es que para que haya una verdadera política medioambiental antes tiene que haber una política de compensación al agricultor que es el que está en el medio y puede ejercerla. Si no dejará de haber agricultores y ganaderos y entonces estaremos ante la peor de las políticas medioambientales. La vocación de la PAC tiene que ser europeísta, garantizadora de alimentos y de la rentabilidad para los agricultores. No es que estemos en contra de una PAC más verde, sino a favor, pero con las debidas compensaciones.
¿Por qué piden 2.500 euros como mínimo en vez de 5.000 para cobrar las ayudas?
Nos parecen excesivo que sean 5.000 euros y hasta 2.500 puede ser adecuada para los pequeños cultivadores que están recibiendo la PAC. Nadie debe sobrar en la PAC, pero se tiene que discriminar positivamente, al agricultor y ganadero profesional.
¿Cómo valora la interlocución con el ministro?
Lo que puedo decir es que estamos negociando desde la más absoluta lealtad. Cuando una negociación se produce y tiene como actores a las instituciones, el Gobierno y las Comunidades, nos debemos esa lealtad porque están en juego los intereses de todos a los que estamos representando, los agricultores de Castilla y León y de toda España. Y creo que ése es el margen en el que se está produciendo y agradezco al ministro que vayamos avanzando. Entiendo que para el Ministerio es difícil casar el puzle porque somos 17 tipos de agricultura y espero que el Ministerio comprenda que yo defienda el interés de los agricultores de Castilla y León con uñas y dientes.
¿Teme que no haya votación y que el ministro se escude en Europa?
No creo porque lo que se está produciendo es una negociación en la que vamos expresando nuestros intereses y los beneficios o perjuicios que pueden tener las distintas medidas. Nosotros partimos de una premisa, que expresó el presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, como piedra angular de toda esta construcción y es que no queremos desequilibrios territoriales fruto de la nueva PAC, sino mantener el status quo. Castilla y León está para defender el interés de nuestros agricultores y ganaderos y ese es el rango en el que nos estamos moviendo. Queremos una buena PAC para Castilla y León, pero no a costa de los demás. Y lo que hay que hacer es casar esos principios agroambientales de la nueva PAC con un status quo de lo que son el conjunto de agriculturas que hay en el territorio español.
"Tenemos muy claro que ningún joven que quiere incorporarse a la actividad agraria se va a quedar atrás. Le vamos a ayudar"
¿Qué impacto pueden tener las estrategias de la Granja a la Mesa y Biodiversidad y qué papel está jugando el comisario de Agricultura?
Dos reflexiones. Tanto la posición del comisario de Agricultura como la definición y diseño de estas estratégicas tienen un grave problema de base. No podemos construir la Europa del siglo XXI solo pensando en un ámbito, como es el medioambiental y dejando de lado otros tres como son la sostenibilidad económica, es decir la rentabilidad de los agricultores; la social, que haya gente en el medio rural, y la alimentaria, que los europeos seamos capaces de tener una garantía de suministro alimentario. Y esto no es ciencia ficción porque el origen de la CE en su momento está en ello, en la procura de que haya alimentos. Pero es que hemos visto, hemos sufrido y hemos tenido de manera amenazante en el inicio de la pandemia un hecho tan relevante como es que carecíamos de EPIS, de mascarillas y el mundo se volvía loco. ¿Qué hubiera pasado si en vez de eso hubiesen faltado litros de leche o kilos de patatas? Y como segundo aspecto, si nosotros queremos ser medioambientalistas, lo primero que tenemos que hacer es exigir a todo el mundo que también lo sea, que haya un principio de reciprocidad o se van a introducir muchos productos que no cumplen los mismos estándares de calidad que los europeos. Eso es tener reglas de juego distintas e implica, cuando menos, el desánimo de agricultores y ganaderos. Lo más preciado que tiene Europa es el agricultor y el ganadero, pero por un hecho elemental porque es alguien al que le estamos llamando tres veces al día a la puerta. Y en segundo lugar porque Europa basa toda su estructura, su desarrollo y su ideal de construcción precisamente en la Política Agraria Común.
Pero el desánimo pueden provocarlo también algunos miembros del Gobierno como Garzón o Ribera con sus posiciones sobre la carne o el lobo.
Eso es un sinsentido. Si hay un ministerio que habla de transición ecológica, que yo me lo creo, y lleva de apellido reto demográfico, también debe responder a eso y las últimas decisiones sobre el lobo no ayudan a la sostenibilidad social, que haya ganaderos, pastores, etc. Y si nos vamos al Ministerio de Consumo, Alberto Garzón está prestando muy poquita ayuda al mundo rural con sus campañas sobre el azúcar o la carne o la última sobre la publicidad de las galletas. Pero si es que nadie dice que no haya que consumir de forma moderada, pero no esos productos, todos. Es algo elemental. Pero en vez de estar en lo que hay que estar, en los verdaderos problemas de los españoles, que no son estos, sino el incremento desmesurado, irracional de los precios energéticos y que desde el Ministerio se habilite, o al menos se estudie qué posible solución hay, nos dedicamos a confundir a la gente diciéndole que lo que produce la obesidad infantil es el azúcar. Puede contribuir si se toma de manera no moderada, pero hay otros muchos más elementos: las nuevas tecnologías, la falta de ejercicio, etc.
La incorporación de jóvenes es uno de los retos. ¿Qué están consiguiendo?
Tenemos muy claro que ningún joven que quiera incorporarse a la actividad agraria se va a quedar atrás. Les vamos a ayudar. Tenemos un compromiso de incorporación de 3.500 jóvenes, y en la mitad de legislatura hay ya 1.652. Pero además hemos aprobado un Plan de Agricultura y Ganadería Joven con 300 millones hasta 2023 que pretende dar respuesta y facilitar la incorporación de nuestros jóvenes utilizando tanto instrumentos de carácter formativo como de desarrollo en las explotaciones, ayudas en el seguro o imagen del sector.
¿Y respecto a las mujeres?
De las 1.652 incorporaciones, 558 son mujeres y hemos superado ya el compromiso de arranque de la legislatura que era que ocupasen el 30% de las incorporaciones y estamos en el 34%. Estamos potenciando también las titularidades compartidas dentro de la Estrategia de Emprendimiento de la Mujer Rural. Teníamos un compromiso de hacer 300 altas y tenemos 378 lo que supone que aportemos el 41% de todas las que se producen a nivel nacional.
La Comunidad cuenta con un Plan del Cooperativismo, aunque estas entidades no ganan músculo. ¿Hay inmovilismo?
El mejor instrumento de un agricultor es el asociacionismo y dentro de éste el cooperativismo. Tenemos 1.000 cooperativas en Castilla y León, las más grandes en el top ten nacional, como Cobadú, Acor o Agropal. En dos provincias, como Zamora y Soria, las cooperativas son las empresas más potentes, pero tenemos que crecer en músculo. Se va haciendo año a año y tenemos ya 2.900 millones de euros de facturación, pero hay que hacer que vaya incrementando. Ese es uno de objetivos que persigue el Plan del Cooperativismo. Tenemos que crecer también en el número de incorporaciones como socios y la incorporación de jóvenes a las juntas rectoras.
¿Cómo ha dinamizado las transmisiones de fincas rústicas la Supresión del Impuesto de Sucesiones y Donaciones?
El dato es sorprendente. Desde mayo se han hecho más de 547 donaciones, cinco veces más que respecto al mismo periodo anterior y ha supuesto un ahorro fiscal superior al millón de euros. Eso deja a las claras que es una medida tomada con todo el sentido y que ayuda mucho a la transmisión in ter vivos de fincas rústicas.
Cada vez hay más quejas por la proliferación de granjas solares. ¿Es necesario establecer limitaciones?
La tiene que haber. En primer lugar, porque si estamos hablando de la importancia que tiene producir alimentos necesitamos que haya actividad agraria y si en el ámbito en que ésta se produce hay otra actividad, difícilmente. En segundo lugar, desde las administraciones y el sector privado hemos apostado por el sector, realizado inversiones, concentraciones parcelarias, regadíos como para que todo eso lo desdeñemos, lo dejemos de lado. Y en tercer lugar, hay un ámbito, que es el del impacto paisajístico, que se explica por sí solo…Ese tipo de limitación debe producirse, a partir de un dato además y es que si algo tenemos en Castilla y León es territorio y por tanto hay que salvaguardar lo mejor de esas explotaciones agrarias y ganaderas viendo donde deben acotarse ese tipo de inversiones. Pero también le digo que estamos en una economía de libre mercado con un derecho sagrado como es el de propiedad y todo eso hay que hacer que se conjugue de manera adecuada. No es sencillo, pero sí hay que reflexionar sobre que la actividad agraria es esencial y trascendental para el ser humano. Se lo voy a resumir relacionándolo con lo que me preguntaba sobre el coronavirus. Después de 57 años he llegado a la conclusión de que los dos oficios más importantes en la historia del mundo son el de ganadero, porque te da de comer, y el de sanitario porque te cura. Y es algo irrebatible, aunque a mí me ha costado llegar a eso tan elemental.