Capital Riesgo

El fondo Springwater muta a DVC Partners

  • El fondo de capital riesgo cambia de nombre y logo en una renovación de su presentación al mercado
  • Estudia lanzar un fondo de hasta 150 millones de euros y dejar de lado las inversiones directas
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Springwater, el fondo de capital riesgo que aterrizó en España en plena crisis financiera de 2008 y empezó a entrar en compañías en situaciones especiales, vuelve al mercado nacional. La firma que capitanea el empresario suizo Martin Gruschka, que en los últimos años ha probado suerte con inversiones fuera de España y con en lanzamiento de una SPAC (vehículo de propósito especial, por sus siglas en inglés) en Estados Unidos, rebautizará su proyecto como DVC Partners y estudia lanzar un vehículo de hasta 150 millones de euros, de acuerdo a distintas fuentes financieras consultadas por elEconomista.es.

Con oficinas en Madrid, Milán y Luxemburgo, la estrategia de Gruschka -no figura oficialmente entre el nuevo equipo, pero se mantiene en el comité de inversiones- y el resto del equipo de Springwater, entre los que se encuentra Ignacio Casanova y Ángel Pendas, es volver a invertir en compañías españolas y abandonar la estrategia de inversiones directas desplegadas en los últimos años. La compañía ya ha renovado logo y color, cambiando el azul por el verde en su nueva web, donde explica que su cartera catera lo componen empresas de Europa con ingresos totales de más de 2.000 millones de euros.

El equipo de DVC Partners está compuesto por 15 profesionales, todos ellos con trayectorias pegadas al private equity en casas como Peninsula Capital, Suma Capital o Premiere Ligne Capital. Otros miembros del equipo llegan desde grandes consultoras como PwC o EY.

La fórmula para ello será constituir un nuevo vehículo en el que Grushka será uno de los inversores ancla, gracias a haber desinvertido con éxito buena parte de algunas de sus participadas como el fabricante de componentes de aviones Aernnova al fondo Peninsula (2021) o más recientemente la aerolínea Wamos Air a la compañía colombiana Avianca, cuyo visto bueno está pendiente de los organismos de competencia. Otra venta exitosa fue la de SGEL, que pertenecía al grupo francés Lagardère Travel Retail hasta 2015, y parte de la compañía terminó en manos de Logista.

El equipo de la antigua Springwater ha mantenido ya contactos con potenciales inversores (LPs en el argot del sector) durante las últimas semanas en Madrid para que inviertan en el proyecto. Se desconoce cuál será la estructura de este fondo, si bien dos fuentes conocedoras del proceso coincidieron al explicar que el capital comprometido objetivo ascenderá a 150 millones de euros. Una fuente de Springwater, no obstante, explicó a este medio que la posibilidad de lanzar un fondo es remota, ya que el difícil contexto para levantar capital que viven los fondos actualmente desincentivan este plan.

Historial de transacción y apuesta por las SPAC

Springwater aterrizó en España en plena crisis financiera con una tesis de inversión focalizada en entrar en compañías con problemas financieros. Bajo este prisma, la empresa entró en el fabricante de papel y fibras de alto rendimiento Unipapel, la tienda de electrodomésticos Miró o la compañía de cruceros Pullmantur. Unas de estas apuestas salió adelante y otras no llegaron a materializarse, como la compra de Internet Sarenet a Vocento.

Desde entonces el fondo se replegó. Recientemente, volvió a saltar a los focos por el lanzamiento de una SPAC en Estados Unidos, bautizada como Springwater Special Situations Corp. Este vehículo, una sociedad que se lanza al mercado sin activos dentro y con el propósito de encontrar una compañía con la que fusionarse, terminó liquidándose y corrió la misma suerte que otras apuestas de este tipo realizadas por empresarios españoles.

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