
Suma Capital, la gestora española de capital privado con más de 800 millones de euros bajo gestión, ha adquirido el 90% de Zamora Eco Energías, filial de la compañía española DH Eco Energías, a través de su fondo de 300 millones de euros especializado en sostenibilidad (SC Climate Impact III). El Proyecto Zamora implicará una inversión de unos 25 millones de euros. Adicionalmente, DH Ecoenergías prevé desarrollos en otras ciudades españolas que supondrán una inversión cercana a los 1.000 millones de euros.
Zamora Eco Energías cuenta con todas las licencias necesarias para construir una red de calor renovable en la ciudad de Zamora, que estará impulsada por calderas de biomasa y transportará agua caliente para calefacción y agua sanitaria al núcleo urbano de la ciudad castellano-leonesa, una de las regiones más frías de España. Se espera que la red entre en operación en 2024. La operación ha contado con el asesoramiento financiero de PwC y legal de King & Wood Mallesons.
Fondo de 'impacto verde'
Con una capacidad de 20 MW, la red suministrará calor a 6.400 hogares, edificios públicos y privados no residenciales, con una demanda anual estimada de 65 GWh. El proyecto fomentará la economía circular a través del aprovechamiento de recursos de biomasa forestal excedentarios, procedentes de los bosques del territorio, contribuyendo a prevenir incendios y a conservar ecosistemas forestales. El empleo de este tipo de bioenergía permitirá reducir las emisiones de CO2 de la ciudad de Zamora hasta en 11.000 toneladas anuales.
Para Suma Capital, que acaba de abrir su primera oficina internacional en París como avanzó elEconomista.es, la inversión supone la tercera operación de su último vehículo de impacto clasificado como Artículo 9 según el reglamento internacional SFDR. El fondo se enfoca en inversiones que fomenten la transición energética y la economía circular en Europa con un impacto medioambiental positivo, medible y verificable.
Actualmente, gran parte de la demanda de calor residencial en Europa se abastece de energía generada a través de combustibles fósiles, sobre todo gas natural y diésel. En algunos países de la UE, las redes de calor ya cubren el 30% de la demanda residencial, mientras en España el porcentaje es inferior al 1%. Los sistemas centralizados de generación de calor para calefacción y agua caliente permiten usar una fuente de energía renovable, como la biomasa, inviable a pequeña escala.