
Las grandes compañías se han convertido en una gran fuente de oportunidades para inversiones millonarias del 'private equity' en España. El paso dado por Naturgy con el denominado Proyecto Géminis, el plan de escisión del grupo (spin-off) en dos empresas, ha vuelto a poner en el foco las escisiones de negocios y las desinversiones de los corporates españoles, especialmente en los sectores de fibra, energía e infraestructuras. El consejo de administración de la gasista adoptaba el pasado 1 de febrero una decisión de gran calado. La compañía, tras 140 años de historia, acordaba su escisión en dos empresas para impulsar su valoración en bolsa y otorgar una mayor liquidez a sus accionistas, entre los que destacan grandes fondos como CVC, GIP y el australiano IFM.
La división de Naturgy en dos grupos, -negocios regulados y no regulados-, supone una de las mayores operaciones en España con un valor de empresa de 40.000 millones de euros (13.000 millones de deuda y 27.000 millones de capitalización). Ambas cotizadas contarán con la misma estructura accionarial de Naturgy: Criteria tendrá un 27% de las acciones, CVC y GIP el 20% cada una e IFM el 12% del capital, siendo el resto free float. La reciente compra por parte del private equity estadounidense KKR de una participación minoritaria en Reintel, la filial de fibra óptica de Red Eléctrica de España por casi 1.000 millones de euros, constituye otro ejemplo de venta de un activo no estratégico, más conocido en la jerga como 'carve out'.
Otro gigantesco spin-off ha tenido como protagonista a Repsol "haciendo caja" con la venta del 25% de sus renovables al fondo suizo EIP y a Crédit Agricole. Su negocio verde se valoró en 4.383 millones de euros. Según los expertos, con estas ventas, los 'corporates' españoles están actuando cada vez más a la manera de los fondos, priorizando el retorno de capital. Una tendencia que, según los expertos consultados por elEconomista.es, continuará durante el presente ejercicio impulsada por la necesidad de deshacerse de activos que no son estratégicos, reducir deuda y abonar dividendos.
Con la venta de activos las cotizadas reducen deuda, pagan dividendos y mejoran sus ratings
Ángel Arévalo, responsable de Advisory en BBVA Corporate & Investment Banking, apuesta porque "durante los próximos meses seguiremos viendo numerosas desinversiones parciales y segregación de activos dentro de un proceso de redefinición de estructuras de negocio, de cara a afrontar los retos de futuro a los que se enfrentan las compañías en diferentes sectores. Resultará muy relevante encontrar el mejor inversor para cada tipo de negocio, lo que provocará estos procesos de escisión para concentrar los esfuerzos en aquellas actividades core de cada compañía. Estos procesos, además, permitirán aflorar valor de ciertos activos, rotar capital y una mejor definición de la estrategia a futuro, lo que repercutirá directamente en la optimización del retorno al accionista", añade Arévalo. Las grandes corporaciones no pueden tolerar dedicar recursos y capital a activos que no son estratégicos y que no están alineados con su negocio principal.
Una opinión compartida por Noelle Cajigas, al frente del área de Deal Advisory de KPMG en España: los corporates seguirán realizando desinversiones de negocios no estratégicos y carve outs. "El mercado está tan convulso que, si eres una gran cotizada, volverte exigente contigo misma, haciendo propuestas de valor y realineando el portfolio con herramientas como los carve outs es casi una necesidad. Las estadísticas muestran que las empresas con una sola línea de reporting o actividad cotizan con una prima frente a la media de su sector. Es decir, el mercado premia tener una estrategia corporativa bien definida, clara y concentrada", añade Cajigas.
Las grandes empresas operan ya más como fondos, priorizando el retorno de capital
Todo parece indicar, por tanto, que las ventas de las corporaciones seguirán ocupando una parte relevante del mercado este año. "La revisión estratégica de las empresas llevará a desinversiones por razones de core business, geográficas o de posicionamiento empresarial", asegura Íñigo del Val, socio responsable de M&A de Allen & Overy. "Veremos numerosas desinversiones parciales más que totales. Los corporates están identificando en estas operaciones la forma de encontrar financiación sin perder el control del activo ni los beneficios de su consolidación. En las desinversiones totales el objetivo es más bien centralizarse en el core business y hacer líquido aquello que no les interesa. Los motivos son variados, pero añadiría también el factor ESG o medioambiental como uno de los principales", matiza. Para el socio responsable de M&A de Allen & Overy, este tipo de operaciones son especialmente complejas desde el punto de vista legal, "por la propia definición del perímetro transaccional y por las relaciones entre los accionistas como tales y como clientes y/o prestadores de servicios para con la sociedad escindida".
Identificar oportunidades
El private equity británico Cinven ha identificado dos de sus participadas en España a partir de escisiones de ramas de actividad de grandes corporaciones. "Es el caso", explica Jorge Quemada, socio responsable de Cinven en España, "del operador de fibra Ufinet, que compramos a Gas Natural, y también de Hotelbeds, adquirida a TUI Group junto al fondo de pensiones canadiense CPPIB. En Ufinet, nuestro plan de negocio ha supuesto la ejecución de un complejo carve out de un proveedor de servicios de telecomunicaciones español", añade. Con el apoyo del equipo de portfolio de Cinven, el fondo ha llevado a cabo un extenso proyecto de creación de una entidad independiente. Trabajamos durante mucho tiempo para desarrollar nuestro conocimiento del negocio y el mercado para adelantarnos a posibles transacciones y obtener el respaldo del equipo gestor de Ufinet", añade Quemada.
Otro fondo español, referente del middle market y especialista en carve outs, es Portobello Capital. En 2015, compró a Viscofan su filial de conservas vegetales, Grupo IAN, propietaria de la marca Carretilla, que traspasó en 2020 a un fondo secundario de 350 millones liderado por Harbourvest. Recientemente, Portobello ha comprado a Ferrovial su filial de servicios de infraestructuras, rebautizada como Serveo, por 170 millones de euros.