
Axon, la firma global de inversiones alternativas y consultoría estratégica, ultima su salida a bolsa este mes de junio en BME Growth, asesorada por JB Capital Markets y GVC Gaesco. Un nuevo hito con el que la gestora española prevé duplicar tamaño en cuatro años y "democratizar" la compañía, dando entrada en el capital a clientes, inversores y empleados con el compromiso de abonar en dividendos el 75% del beneficio neto. Con la OPV, valorada en 15 millones de euros, la plantilla podrá participar también de los beneficios del grupo con el objetivo de atraer y retener el mejor talento.
¿Por qué han decidido dar el paso de salir a Bolsa? ¿No les asusta la volatilidad actual de los mercados cotizados?
La decisión de salir a bolsa la tomamos el pasado diciembre pero lo hemos hecho rápido, en menos de seis meses. Nuestra compañía tiene un nivel de rentabilidad alto, sin ningún tipo de deuda, con márgenes y tasas de crecimiento elevadas y el compromiso de pago de dividendos del 75% del beneficio neto a los accionistas. Es una colocación pequeña, valorada en 15 millones de euros, que nos hace un poco más inmunes a la volatilidad, pero es cierto que el mercado está como está y hay ciertos inversores en compás de espera. Creemos que la operación permitirá a Axon dar un salto de nivel y consolidar su posición global. No es una colocación dirigida a retail ni a banca privada: daremos entrada a nuestros clientes e inversores estratégicos, con una importante base de institucionales y family offices. Los fondos obtenidos, tal y como contempla nuestro plan estratégico, tendrán como destino el crecimiento orgánico de la compañía e inorgánico mediante la realización de adquisiciones oportunas para reforzar nuestro posicionamiento como líder en servicios de consultoría e inversiones.
El porcentaje final de colocación dependerá de la valoración de Axon, que algunas fuentes sitúan entre 100 y 120 millones. Por lo tanto, ¿colocarán entre el 12 y el 15% del capital?
Esa cifra es una estimación de rango, podría estar bien orientada, pero en cualquier caso serán los inversores quienes decidan en cuánto está valorada la compañía. Estamos haciendo una colocación para dar acceso al capital a empleados y clientes, desde Limited Partners (LPs) de nuestros propios fondos de inversión que confían en nosotros a grandes family offices e inversores estratégicos. El objetivo es que la plantilla pueda participar en la compañía y formar parte del accionariado, junto a nuestros inversores. Somos una empresa de personas, por lo que es clave la atracción y retención de talento. En nuestras dos áreas de negocio, inversiones y consultoría, realizamos un trabajo de altísimo nivel global y, por lo tanto, necesitamos equipos muy motivados y con altísimo talento y valor añadido. Axon ha sido una firma familiar, 100% propiedad de los tres socios fundadores, y nos gustaría que, pese a estar en bolsa, conserve el concepto de grupo de socios.
"Asumimos el compromiso de pago de dividendos del 75% del beneficio neto"
¿Les preocupaba retener y atraer talento?
Sin duda. Visto el crecimiento de la firma, una de las inquietudes de los tres socios fundadores y accionistas era retener y atraer talento incorporando al capital a los ejecutivos senior que iban caminando hacia el puesto de socios, como accionistas de la compañía. Llevábamos tiempo dándole vueltas a cómo hacerlo. Saliendo a bolsa, poníamos a cotizar las acciones, se hacían líquidas y, por lo tanto, podríamos dar entrada al capital a la plantilla. Al ser cotizada, el valor de la acción se puede canjear en el mercado y cobrar dividendos.
Axon lleva creciendo desde su fundación en 2006 y ha crecido a tasas del 20% durante la pandemia, ¿qué ventajas aportará el ser una compañía cotizada?
Somos uno de los equipos que mejor conocen cómo funcionan los mercados alternativos bursátiles, por nuestras inversiones anteriores y las realizadas con nuestro quinto vehículo (Fondo V) de empresas tecnológicas cotizadas. Por eso, entendemos muy bien las ventajas que supone ser una compañía cotizada para una firma como la nuestra. La primera de todas es convertir a Axon en una firma de socios pública y con mucho más recorrido de crecimiento al ser capaz de atraer más talento, equipos nuevos y desarrollar el talento interno, que ya existe dentro de la casa. Axon es una firma sin deuda, que siempre ha dado beneficios con unos márgenes muy altos. La otra derivada es capitalizarnos aún más incorporando nuevos socios estratégicos y adquiriendo compañías, quizás más pequeñas, que aportarán nuevas sinergias.
Axon cuenta con dos divisiones de negocio diferentes: inversiones alternativas y consultoría, ¿en qué consiste cada una?
Tenemos un posicionamiento único en el sector de las telecomunicaciones, no es habitual encontrar una firma con ambas áreas de negocio bajo el mismo techo, que nos permiten posicionarnos a nivel global. Ambas divisiones cuentan con presencia internacional y alcance global y ofrecen sus servicios en más de 70 países, con mayor exposición a América, Europa, Oriente Medio y el Sudeste Asiático. Actualmente contamos con un equipo de más 75 profesionales de primer nivel y amplio conocimiento del sector, con oficinas en Madrid (sede central), Bogotá, Bruselas, Estambul, y Riad. El área de inversiones alternativas invierte en tecnología a través de fondos y fondos de fondos de venture capital, tanto en los mercados privados como cotizados a nivel nacional e internacional. Por su parte, la división de consultoría estratégica está centrada en dar servicio, principalmente, a gobiernos y reguladores en el sector tecnológico a nivel global.
"Salir a bolsa nos permitirá retener talento e incorporar al capital a nuestros ejecutivos senior"
Tengo entendido que prevén alcanzar 17 millones de ventas y 7 millones de ebitda este 2022....
Efectivamente. Axon siempre ha disfrutado de un crecimiento lineal y consistente. Hemos trazado sin embargo un business plan conservador, bajo la premisa, "under promise and over deliver", para ser capaces de batirlo. La tasa de crecimiento esperada está en línea con la de los últimos tres años. Por la naturaleza de nuestro negocio, en el área de inversión, nuestros fondos de capital riesgo tienen capital comprometido a largo plazo, por lo que podemos realizar una proyección de ingresos muy ajustada y estable. Y en el área de consultoría, tenemos un peso importante en el negocio de regulación, política pública y estratégica, que son proyectos con flujos de caja muy recurrentes. Nuestro plan de negocio contempla duplicar el tamaño de Axon para finales del año 2025, fecha en la que prevemos alcanzar unos 38 millones de ventas y 18 millones de ebitda.
¿Cómo han visto los inversores de sus fondos su salida a bolsa? En España hay un caso previo, Alantra, que ha sido un éxito...
Si Axon duplica su tamaño en cuatro años, al menos debería duplicar también en capitalización bursátil, generando un rendimiento del 25% o el 30% anual. A nuestros inversores le parece una oportunidad muy interesante que implica un gobierno corporativo todavía más robusto y fuerte. Todos esos elementos, a cualquier stakeholder, le genera aún una mayor confianza.
Para terminar, han anunciado también que prevén crecer inorgánicamente, vía adquisiciones, ¿qué perfil de compañías tienen previsto integrar?
El plan de negocio contempla al menos, una adquisición en el negocio de consultoría para 2023. Su racional es que, para participar en algunos concursos y servicios de consultoría internacionales, en ocasiones nos presentamos en consorcio con firmas que complementan nuestro know how en algún nicho concreto del negocio de consultoría y telecomunicaciones. Al final, son compañías más pequeñas con las que firmas acuerdos de joint venture que aportan un conocimiento complementario y con las que trabajamos de forma habitual. Por tanto, creemos que tiene sentido, una vez estemos cotizados, incorporar alguna firma con una propuesta de valor también interesante para ellos. Pero es importante aclarar que en el plan de negocio actual prima el crecimiento orgánico. Para escalar Axon y duplicar tamaño en cuatro años no necesitamos realizar muchas adquisiciones, tan sólo apalancarnos sobre lo que ya tenemos.