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Residuos orgánicos, fuente de energía para el transporte

  • Los biocombustibles avanzados utilizan residuos orgánicos como materias primas que no son aprovechables para consumo humano y evitan que acaben en vertederos
  • En 2025, los ayuntamientos deberán disponer de un sistema de recogida del aceite usado
Ana Delgado

Hace unas décadas, en las cocinas españolas se aprovechaba todo lo que sobraba para hacer nuevos guisos y recetas. Con las sobras del cocido se hacían croquetas y con los restos del aceite usado, jabones. La economía circular de los abuelos, donde casi nada se tiraba al cubo de la basura.

Hoy la tecnología permite dar a los residuos usos más sofisticados, convirtiéndolos en productos tan diversos como fertilizantes, plásticos biodegradables o combustibles renovables con los que mover coches, camiones, aviones o barcos. "Se pueden aprovechar residuos orgánicos de distintos tipos que sirven como materia prima para producir combustibles renovables", destaca al respecto Miguel Ángel García, experto en Economía Circular en Repsol Technology Lab, el centro de innovación de Repsol.

Por ejemplo, "el aceite de fritura que desechamos en las casas, los purines de la industria ganadera o, en el ámbito de la gestión agrícola, los restos de poda o de desbroce son perfectos para luego hacer biocombustibles avanzados". Estos biocombustibles avanzados utilizan residuos orgánicos como materias primas que, de otra forma, no son aprovechables para consumo humano y evitan que acaben en vertederos. Una alternativa que ya está disponible para descarbonizar distintos sectores del transporte.

Según el último informe del INE sobre Recogida y Tratamiento de Residuos, actualizado a finales de año 2022, las empresas gestoras de residuos urbanos (generados por los hogares, el comercio o los servicios) recogieron 22,4 millones de toneladas en 2020. En España se recogieron 473,3 kilogramos de residuos por persona al año.

Oro líquido para hacer combustibles renovables

Uno de los residuos orgánicos con mayor potencial para la elaboración de combustibles renovables es el aceite de cocina usado. La Asociación Nacional de Gestores de Residuos y Subproductos de Aceites y Grasas Comestibles, Geregras, calcula que el reciclado de aceite de cocina usado alcanza el 72% en el sector HORECA (HOteles, REstaurantes y CAfeterias), pero en los hogares esa cifra se queda en un modesto 5%. Una tasa de recuperación que sitúa a España aún lejos de países como Bélgica, que cuenta con un sistema de recogida para todo el territorio.

En 2025, los ayuntamientos deberán disponer de un sistema de recogida del aceite usado

Para acercarnos a la media europea, la Ley de residuos y suelos contaminados establece que los ayuntamientos deberán disponer de un sistema de recogida de aceite en 2025. Desde Geregras explican a elEconomista.es que "el proceso de reciclaje del aceite usado de cocina es crucial para minimizar el impacto ambiental y promover la sostenibilidad". Distintas instituciones (públicas y privadas) han lanzado iniciativas de concienciación para reciclar aceite de cocina usado, como la que ha puesto en marcha la Comunidad de Madrid, que entrega botellas de aceite de oliva virgen producido en la región a quienes lleven su aceite de fritura usado a los puntos limpios. En la misma región, Repsol ya recoge aceite de cocina usado en más de 150 estaciones de servicio, un proyecto que se ampliará a Castilla la Mancha y Galicia. Este aceite usado se empleará como materia prima para producir combustibles renovables.

Y es que, en los hogares españoles se consumen 800.000 toneladas de aceite al año, lo que equivale a 12 litros por persona y año. Además, según Geregras se producen más de 350 millones de litros anuales de aceite de cocina usado entre consumo doméstico, restauración y uso industrial.

El reciclaje del aceite usado de cocina reduce los impactos negativos en los ecosistemas naturales, "cuando el aceite llega a ríos, lagos o mares, forma una capa en la superficie del agua que dificulta la oxigenación y causa daños a la fauna y la flora acuáticas", señalan desde Geregras. Por otro lado, la producción de biodiesel a partir de aceite reciclado "crea oportunidades económicas y empleo", lo que contribuye a una economía más sostenible y diversificada, sostienen desde la asociación.

En este sentido, desde Geregras remarcan cómo "el uso del aceite reciclado para la producción de biodiesel reduce la dependencia de los combustibles fósiles y disminuye la emisión de gases de efecto invernadero". El balance neto de emisiones se consigue gracias al origen orgánico de las materias con las que se elaboran esto combustibles renovables: "El carbono que emiten en su combustión se equilibra con el que previamente se retira en su fabricación", explica la Asociación Española de Operadores de Productos Petrolíferos.

Combustibles renovables sin tener que cambiar de coche

Las gasolinas y gasóleos que encontramos hoy en las estaciones de servicio de nuestro país contienen por ley más de un 10% de biocombustible, cantidad que irá aumentando progresivamente en el futuro. Por cada punto porcentual renovable que se añade a los carburantes, según la Asociación Española de Operadores de Productos Petrolíferos (AOP), se evita la emisión de 800.000 toneladas de CO2 a la atmósfera.

Los combustibles renovables 100% ya se comercializan en más de 12 estaciones de servicio de Repsol en la Península Ibérica, una cifra que llegará a 50 a finales de año en las principales ciudades y corredores de transporte de España y Portugal. En 2025, Repsol tendrá una capacidad de producción de 1,3 millones de toneladas de combustibles renovables y llegará a más de dos millones de toneladas en 2030. Uno de los alicientes para el uso de estos combustibles renovables 100% es que "no tenemos que cambiar de coche para empezar a reducir emisiones de manera inmediata. Además, nos sirve la red de distribución y repostaje actual y también los vehículos que ya circulan en carretera", destaca Miguel Ángel García.

Producido por EcoBrands.