
Tres grandes citas tienen en jaque al sector financiero español que mira con escepticismo y prudencia fuera de las fronteras nacionales para conocer cómo afectarán al futuro de su negocio consolidado en España. El que será nuevo consejero delegado de Santander, Andrea Orcel, y el sucesor de Francisco González al frente del BBVA, Carlos Torres, se enfrentarán en 2019 al trío de retos que puede desnivelar la balanza de sus cuentas de resultados. En cuestión de apenas una semana llega el primer acontecimiento del que no se verá su repercusión real hasta el próximo año.
Brasil abre la primera vuelta para las elecciones presidenciales el 7 de octubre con unos pronósticos que avecinan tormentas. De los trece candidatos a liderar la joven democracia del país, encabeza las encuestas el untraderechista Jair Bolsonaro, del Partido Social Liberal (PSL). La prensa internacional tacha al político de "homófobo", "racista", "misógino", "populista", "el Pinochet de Brasil", "la amenaza de Latinoamérica" o "el riesgo de la democracia".
Acompañan a la ristra de adjetivos sus no más tranquilizadoras propuestas que pasan por poner cargos militares al frente de determinados ministerios. Las elecciones más inciertas llegan a uno de los países emergentes donde el Santander tiene puesto el mayor peso de su negocio y coincide con un segundo incierto panorama en otros de los principales mercados de BBVA, Turquía.
La salida de Reino Unido de la Unión Europea se presenta como el segundo reto para la banca. Las negociaciones entre ambos jugadores están en marcha pero la dureza de las condiciones sólo verán su desenlace en marzo de 2019, fecha de la desconexión británica. El efecto que el Brexit tendrá sobre Europa es una incógnita, pero una recesión en la Unión podría afectar de manera muy negativa al tercer reto: la subida de los tipos de interés.
El Banco Central Europeo (BCE) mantiene su pronóstico de iniciar progresivamente un lento incrementos de los tipos a finales de 2019, hecho al que las cuentas de resultados de las entidades bancarias son extremadamente sensibles y las impulsaría hacia arriba.
El BCE y su prudencia
La prudencia del Banco Central Europeo (BCE) a la hora de subir los tipos de interés exaspera a un sector financiero que coge aire de las comisiones mientras arrastra unos débiles márgenes que hunden la rentabilidad. De momento, la institución que encabeza Mario Draghi señala que la primera subida de tipos no llegará antes del verano del próximo año, y cuando lo haga será forma tímida y gradual. El supervisor europeo no pierde de vista tres factores que pueden lastrar a la economía (proteccionismo, alza de los precios del petróleo y volatilidad en los mercados), mientras que el sector financiero lanza mensajes que se pierden en el aire advirtiendo de la sensibilidad al alza de sus márgenes a una subida de tipos.
El Banco Santander ya ha rebajado hasta en tres ocasiones en España y dos en Reino Unido las ventajas de su producto estrella, la Cuenta 1,2,3, bajo el argumento del prolongado escenario de tipos bajos. El grupo cántabro sería uno de los grandes beneficiados de la subida ya que, tras la absorción del Popular, tiene la tercera mayor cartera de hipotecas en España y el incremento de los tipos facilitaría los rendimientos esperados por la adquisición del que era el sexto banco del país, al margen de las sinergias que le suponga la operación.
BBVA, por su parte, tiene la segunda mayor cartera hipotecaria en nuestro país, y del mismo modo, un aumento sustancial de los tipos de interés impulsaría de manera relevante los ingresos del banco. Por el momento, el negocio en México del banco azul encabeza la aportación al margen bruto del grupo financiero con un 28% del global, mientras que España se conforma con el segundo puesto con una aportación del 25%. Una eventual subida de los tipos cambiaría el marcador, situando el negocio de nuestro país a la cabeza.
Alerta roja para BBVA y Santander
El desplome de la lira por la inestabilidad política en Turquía, la caída del peso argentino que augura una recesión y las elecciones presidenciales en Brasil ponen en alerta a Santander y BBVA. El mercado brasileño es clave para el grupo cántabro en un contexto en el que aporta hasta el 26% del beneficio atribuido del grupo. El que será consejero delegado a partir de enero, Andrea Orcel, pilotará el nuevo Plan Estratégico del Santander que estará muy condicionado por la evolución de la situación económica en el país.
El banco preveía presentar su nuevo plan a finales de este año, pero este verano decidió retrasar la presentación a principios de 2019 a la espera de conocer los efectos de las elecciones. Hasta el momento, Brasil es una de las regiones que más impulsa el margen de intereses del grupo, hasta un 15%, contrarrestando la débil situación por la que pasan los tipos en Europa. La situación no es más benevola en el caso de BBVA, que tiene el 11% del peso de su negocio en Turquía. El nuevo presidente Carlos Torres se enfrenta a la incertidumbre en un mercado que le aporta el 28% del beneficio del grupo y del que él mismo ha reconocido que la situación es "crítica" y desconoce cuál va a ser el desenlace.
Argentina pone la guinda del pastel a la incertidumbre con un peso que no remonta frente al dólar y que volvió a alcanzar mínimos históricos este jueves. Tanto en el caso del Banco Santander como en el del BBVA, el mercado del país de la plata les supone el 3% de las ganancias.
El Brexit
Un hombre de la City de Londres, Andrea Orcel, llega al Santander en el momento exacto para afrontar las consecuencias del Brexit. Con acuerdo o sin él, Reino Unido se marchará de la UE el 29 de marzo de 2019 y el grupo cántabro ya alerta de los efectos. La filial del banco en Reino Unido supone el 14% de su beneficio y la entidad es consciente de los riesgos que asume.
Las actividades de la banca minorista de Santander en Reino Unido están en plena reestructuración estratégica, pero las perspectivas de éxito de ejecución podrían verse afectadas por el proceso de desconexión, según el banco. A la volatilidad de los mercados, una devaluación de la libra y una rebaja del rating de la deuda soberana de Reino Unido habría que sumar la incertidumbre regulatoria para operar en el país tras la ruptura con Europa.
Andrea Orcel, con seis años al frente del banco de inversión de UBS en Londres, ha puesto el foco en los últimos años en las implicaciones regulatorias del Brexit. Tanto es así, que en un desayuno informativo celebrado por Financial Times en septiembre de 2017, aseguró que la regulación le ocupa el 60% de su trabajo. Santander considera que el abandono británico podrá afectar al atractivo de Reino Unido como centro de inversión global e incrementar las barreras a las relaciones comerciales con el país, lo que podrá tener repercusiones negativas en el crecimiento de la economía, según detalló en un documento remitido a la CNMV en junio. "Unos tipos de interés bajos o negativos sostenidos ejercerían más presión en los márgenes financieros del grupo", señaló el banco. Sabadell también tendrá que afrontar los riesgos del Brexit en su filial británica TSB después de un año horribilis marcado por la crisis de migración tecnológica.