
Por sorprendente que parezca el banco central de Suiza cotiza en bolsa y en lo que va de año sus títulos se han revalorizado un 80%, aumentando valor en bolsa en más de 124 millones de euros. El control que mantiene sobre el franco suizo está disparando el valor de sus reservas en divisas extranjeras. Cantones e inversores privados se están beneficiando de la rentabilidad por dividendo que ofrece la entidad, que bate con holgura a la deuda pública. l El curioso problema de Suiza: no sabe qué hacer con 700.000 millones de dólares
El Banco Nacional de Suiza (BNS) no es el único banco central con capital privado en su accionariado. También lo tienen en Japón. Pero sí es el que más alegría da a los inversores. Las acciones de la entidad valen 3.175 francos suizos después de haberse revalorizado un 80% en lo que va de año.
Desde que fue fundado en 1907 sus acciones cotizan en bolsa y, según el último informe anual, alrededor del 48% del capital está en manos de inversores privado, mientras el resto su titularidad corresponden a cantones y bancos públicos.
El principal accionista del BNS es Theo Siegert, un empresario alemán que forma parte de los consejos de Merck y Henkel, con un 6,7% del capital. Le sigue el cantón de Berna, el de Zurich, el de Vaud y el de St Gallen. La subida de las acciones está sorprendiendo a propios y extraños, porque apenas los títulos tienen liquidez en el mercado. Solo hay 100.000 acciones que tienen un valor nominal de 250 francos suizos y apenas se intercambian. Hay sesiones en las que no se compra ni vende ningún título.
Nuevo refugio para inversores
Los inversores institucionales no tocan las acciones y no hay ni análisis de expertos ni brokers que cubran el valor, lo que hace más inexplicable su revalorización. Pero Suiza desde la crisis financiera ha optado por intervenir su divisa, que el mercado suele utilizar como refugio ante los problemas, para evitar que su economía sea dañada por una fuerte apreciación de la divisas.
Desde 2008, las reservas de divisas del BNS se han multiplicado por ocho, alcanzando una cifra al cierre de 2016 de 700.000 millones de dólares. Las recientes depreciaciones de la divisa suiza todavía ponen más en valor sus inventarios. Recientemente, la entidad anunció la inversión de un 20% en renta fija y variable.
Sin embargo, este balance monetario no caerá en manos de los accionistas en su totalidad. Como cualquier otra empresa cotizada el BNS tiene su propia política de dividendos y desde 1921 está limitada a un reparto de 15 francos por acción.
Inversión segura
Lo que hace que las acciones del BNS sean una inversión interesante por la rentabilidad que ofrece y su seguridad. A 3.000 francos por acción la rentabilidad por dividendo asciende al 0,5%, bastante más que la deuda pública suiza, que a corto plazo tiene un rendimiento negativo y a diez años no llega a ofrecer una rentabilidad del 0,15%.
La seguridad que ofrece el BNS es similar o superior que la deuda suiza que tiene la máxima calificación crediticia de triple A. Como el BCE o la Fed, el BNS es el responsable de la política monetaria y el responsable de poner más francos en circulación, con lo que la quiebra es teóricamente imposible.
Apuesta especulativa
Sin embargo, la inversión no está exenta de riesgos para los accionistas. En 2013, el BNS suspendió la retribución al accionista por las pérdidas registradas en su cartera de oro.
La situación del BNS por sus máximos bursátiles y sus reservas está generando una fuerte polémica en el país y derivadas especulativas sobre sus acciones. Suiza debate que hacer con tanto dinero en moneda extranjera. Una parte del parlamento defiende que se abra la puerta a la inversión pública, mientras otros prefieren crear un fondo soberano al estilo de Noruega.
Financial Times recuerda que en el 2000 se vivió una situación con el Banco Internacional de Pagos, el organismo internacional que coordina a los bancos centrales del planeta. En su accionariado había inversores privados que recibieron 25.000 francos por acción, que suponía una prima de tres veces más por los títulos antes del anuncio.