
El proceso de liquidación de Banco Madrid entra en una nueva fase tras un ligero traspiés. El administrador concursal ha comenzado a ofrecer sus inmuebles de forma individualizada y replantear la desinversión de la cartera de crédito, al quedar desiertas las subastas con las que perseguía la venta por lotes.
A efectos prácticos retrasa el calendario, pero no varía de forma sustancial la liquidación, ya que el principal patrimonio era la cartera cotizada que ha podido deshacer con facilidad e, incluso, en el caso de los muchos títulos de deuda pública con plusvalías al repreciarse con el hundimiento de los tipos de interés.
El activo de mayor valor ofrecido en subasta era además la gestora, que suscitó el interés de una veintena de inversores como Merchbanc, Gesconsult, Renta 4, Alpha Plus, Aviva o Dunas Capital. Se lo adjudicó Trea Capital por 16,5 millones, en pugna final con las gestoras del Santander, Imantia -antigua AC Gestión, de Ahorro Corporación- y el fondo StormHarbourSecurities. El cierre de la venta solo está pendiente de las autorizaciones preceptivas de la CNMV, indicaron fuentes al corriente del proceso.
El hecho de poder monetizar el grueso del patrimonio hace que el administrador concursal baraje pagar hasta el 50% de la deuda con acreedores antes del verano, sin esperar a liquidar todos los activos como suele ser habitual.
Subasta
La subasta arrancó en febrero con lotes que incluía inmuebles, mobiliario, equipos informáticos y hasta cuadros, junto al crédito. Los 18 locales se ubican en ciudades como Madrid, Barcelona, Valencia o Marbella, tasados en 29,5 millones. Según las fuentes consultadas, los lotes no han convencido pero sí hay expectativas de colocarlos de forma unitaria. De hecho, ya ha colocado algunos inmuebles con este sistema. Distinto es la cartera de crédito, que ha menguado de forma sustancial. El portfolio lo integra una pequeña exposición de crédito al consumo, créditos concedidos a clientes para sus inversiones y que han sido devueltos, tras solicitar la financiación y mover la inversión a otras firmas, e hipotecas. Muchas han sido canceladas ante la facilidad de recibir la deuda entregando solo el 90% del importe dado por el administrador concursal -Legal y Económico, Data Concursal y Agencia Tributaria-.
Queda alguna hipoteca con trabajadores, con condiciones muy ventajosas, y de ciertos clientes. Este inconveniente no impedirá que los acreedores -clientes y Fondo de Garantía, entre ellos- puedan recuperar todo su patrimonio o con quitas leves, según las fuentes consultadas. En cambio, a BPA, matriz andorrana de Banco Madrid, podría no llegarle el dinero de la liquidación.