
La banca espolea su negocio de venta de seguros en este 2025. En lo que llevamos de año, las once entidades con sociedades especializadas en el sector asegurador han facturado 15.866 millones de euros hasta el pasado mes de junio, lo que supone un incremento del 16,35% más que el mismo periodo del año anterior, y apunta, si sigue a un ritmo similar en la segunda parte del año, a superar los 30.000 millones de ingresos, un récord histórico.
Ni en el 2023, con los tipos de interés en máximos desde la crisis de 2008, se llegó a esa cifra. En dicho ejercicio, el global de la banca en seguros se quedó en 28.694 millones de euros, con CaixaBank representando la mitad de la facturación entre VidaCaixa y Adeslas, participada en un 49% por el banco catalán.
Y es que el negocio de la banca en seguros se fundamenta principalmente en el ramo de vida por la gran cantidad de sinergias que tiene la red de este sector con los productos financieros. La suma de los ingresos de todas las sociedades propiedad o participadas por el sector bancario en vida es de 12.152 millones, es decir, el 76,5% de las primas totales. Dentro de este ramo, se comercializan seguros de vida ahorro y de riesgo. Estos últimos son los vendidos por los bancos a través de hipotecas, las cuales están en máximos desde después de la crisis de 2008 por el incremento de actividad en la compraventa de viviendas.
En cuanto al negocio de vida ahorro, este es especialmente sensible a la situación del coste del dinero marcado por el Banco Central Europeo (BCE), porque de ello también varían las rentabilidades de los productos financieros, en especial en seguros donde la mayor apuesta es la renta fija de gobiernos o corporativa. Es por eso que en el 2024 las entidades notificaron un bajón en estos productos fruto del proceso de bajadas constantes por parte del organismo dirigido por Christine Lagarde, y en todo el año pasado la banca apenas llegó a ingresar 24.784 millones, un 13,63% menos que en 2023.

Este año a pesar de que los tipos se han reducido del 3% al 2%, las previsiones apuntan a una estabilización. Todo ello a pesar de los vaivenes promovidos por Donald Trump y sus amenazas de aranceles. Este motivo es precisamente por el cual los productos aseguradores se ven beneficiados: muchos de ellos están especializados en rentas garantizadas o tienen inversiones muy conservadoras, lo que protege al cliente de las oscilaciones del mercado.
CaixaBank pierde terreno
En este contexto, CaixaBank, a pesar de ser la entidad principal en seguros, pierde terreno respecto al resto de competidores. VidaCaixa, aseguradora participada al 100% por el grupo, rebajó sus ingresos un 10,96%, siendo la única en caer en facturación. Aun así, la entidad registró un beneficio de 646 millones, impulsada en gran parte por Adeslas, que está adherida al nuevo concierto de Muface, y sigue copando el 50% de las primas.
Banco Sabadell es quien más ha repuntado en este 2025, en parte por su caída el año pasado. A día de hoy duplica sus ingresos y se consolida como segundo banco en seguros, teniendo en cuenta que ambas sociedades están participadas por Zurich. Por otro lado, Santander crece, pero a un ritmo inferior a BBVA, que de hecho sobrepasa con su sociedad de seguros de vida a la del banco presidida por Ana Botín. Las filiales dedicadas a seguros generales también contribuyen al incremento de ingresos, pero con un crecimiento que ronda el 15% de media.