CaixaBank logró un beneficio neto de 2.951 millones de euros durante el primer semestre del año, lo que implica un aumento interanual del 10,3% y mejora los 2.847 millones proyectados por el consenso de analistas de Bloomberg. La rentabilidad se incrementa del 14,4% al 15,7% en una formulación sobre recursos propios (ROE) después de destinar 296 millones al nuevo impuesto de la banca frente a los 493 que pagó el pasado año y contabilizó íntegros en las cuentas de marzo y ahora periodifica por trimestres.
El resultado se frena en comparación con el 46,2% presentado durante el primer trimestre, precisamente, al periodificar ahora un tributo que este año le costará alrededor de 592 millones. La cuenta limitaría su avance al 1% si el gravamen se hubiera registrado también de manera lineal durante 2024, a razón de 123 millones por trimestres.
El consejero delegado de CaixaBank, Gonzalo Gortázar, destacó entre las claves del resultado que la entidad ha incrementado "notablemente" el volumen de negocio con familias y empresas, al tiempo que mantiene la "fortaleza de capital" y reduce los saldos dudosos.
Con el nuevo plan estratégico 2025-2027 ambiciona captar 800.000 clientes netos y crecer al 4% anual en créditos y recursos, y hasta junio excede sus metas. En clientes, sumó 360.000 usuarios netos, siendo un 72% de la cartera usuarios que considera vinculados, y elevando a 20,5 millones la cartera total de usuarios.
El volumen de negocio contabilizó a su vez alzas del 6,6% interanual y alcanza los 1,09 billones, con expansiones del 7,5% en los recursos de clientes y del 4,8% en la cartera de crédito sano en la comparativa interanual.
Uno de los grandes motores de la actividad son las hipotecas, donde la entidad ha puesto especial foco con sus ofertas comerciales con el resultado de un crecimiento del 46,2% en la nueva producción, con un 93% de las operaciones firmadas a tipo fijo. Una contratación que blinda al cliente frente a descensos de tipos y ayuda a dar estabilidad al margen financiero en escenarios de ajustes del precio del dinero como el actual.
En conjunto, la nueva concesión de financiación creció un 28,6%, con 43.435 millones de euros adicionales prestados a clientes, de los que 9.722 millones fueron a hipotecas. Otros 26.970 millones los otorgó a empresas, cuya concesión avanza un 25,5%; y 6.743 millones a financiación al consumo, que sube un 10,4%.
Por el lado de los recursos de clientes, elevó un 9,3% los activos bajo gestión, hasta situarlos en 188.554 millones; con impulsos del 11,8% en los administrados bajo fondos de inversión, carteras y sicav's, del 2,7% en planes de pensiones, y del 6,7% en los recursos en balance.
Sin embargo, en la cuenta el margen de intereses aún cae un 5,2%, hasta 5.572 millones, por el impacto del retroceso de los tipos. La partida se ve compensada por los ingresos por comisiones, cuya contribución mejora un 5,4% y agrega 2.581 millones de la mano del mayor volumen de negocio gestionado y operativa con clientes.
Gracias a esta evolución, el margen bruto o partida más asimilable experimentó una mejora del 4,4% y alcanzó los 8.040 millones. En la parte baja de la cuenta, la rúbrica de gastos de administración y amortización sube un 5%, hasta 3.179 millones, en un momento en el que la entidad está invirtiendo en su transformación tecnológica.
De igual forma mejoran todos indicadores de gestión y solvencia. El ratio de eficiencia mejora, sin embargo, desde un 39 al 38,6% en los doce meses. La rentabilidad sube del 14,4% al 15,7% en su cálculo sobre recursos propios (ROE) y del 16,9% al 18,5% en la formulación sobre recursos propios tangibles (RoTE).
El ratio de morosidad bajó del 2,6 al 2,3% y el correspondiente a capital de máxima calidad CET1 avanzó al 12,5% desde el 12,2% contabilizado en junio del pasado ejercicio. El plan estratégico 2025-2027 se fija una meta de entre el 11,5% y el 12,5%, con un parámetro intermedio del 11,5% al 12,25% para el actual ejercicio.