
La batalla por el TSB Bank de Banco Sabadell enfila el tramo final. Barclays y Santander han presentado ofertas por el negocio británico por importes próximos a los 2.800 millones de euros, de acuerdo a fuentes conocedoras del proceso. Ninguno de los bancos involucrados realizó comentarios sobre estas informaciones.
Ambas ofertas se encuentran muy igualadas y permitirían al banco vallesano anotarse unas plusvalías cercanas a los 200 millones. El consejo de administración del banco vallesano debatirá previsiblemente mañana martes las propuestas, con intención de tomar una decisión al respecto.
La entidad presidida por Josep Oliu compró TSB Bank en 2015 a Lloyds Banking Group por 1.700 millones de libras (2.000 millones de euros), pero tiene anotada la filial con 2.200 millones en valor en libros después de inyectar unos 500 millones extras por las inversiones en la plataforma informática.
Aunque la operación se gesta en medio de la opa hostil lanzada por BBVA, la entidad catalana ha insistido que no la cerrará de no obtener plusvalías que den valor el accionista. "No es una poison pill o una píldora de veneno, sino que es una operación que, si tiene sentido se hará y si no tiene sentido no se hará con independencia de que la opa siga adelante o no", garantizaba la semana pasada su consejero delegado, César González Bueno.
El negocio de TSB fortalecería el Santander en Reino Unido, con un franquicia saneada después de las inversiones y reestructuraciones acometidas en los últimos años por el banco catalán y con una posición hipotecaria significativa.
La entidad dispone de la séptima red de sucursales del país, unos cinco millones de clientes, frente a los 14 millones de Santander UK y los 20 millones de Barclays, pero cuenta con una alta presencia en hipotecas. El banco cántabro contaría, de salir ganador en la carrera, con casi 7.000 millones de euros disponibles después de haber vendido al austriaco Erste Group el 49% de su filial polaca, Santander Polska.
En el proceso final se habían quedado el grupo cántabro y Barclays después de que se desmarcara NatWest, que partía como favorito por el gran encaje del negocio hipotecario del TSB en la entidad. Entre los interesados también se apuntaron en el inicio otros nombres como HSBC.
La venta del negocio británico le permitiría al banco catalán mejorar la remuneración del accionista en plena batalla por frustrar la opa y destinar parte de los recursos también a apuntarla su crecimiento, con un foco más centrado en España. Si decide vender tendrá que convocar una junta extraordinaria de accionistas para que aprueben la operación los dueños del vallesano, dando así cumplimiento al deber de pasividad al que está sujeto por ser objeto de una opa.
La operación de TSB se activó tras recibir muestras de interés por parte de varias entidades interesadas, en un momento de fuerte movimiento de concentración en la banca británica. Nationwide Building Society acordó comprar Virgin Money el año pasado en un acuerdo en efectivo por 2.900 millones de libras y Barclays también adquirió las operaciones bancarias del grupo de supermercados Tesco por unos 600 millones de libras.
El comprador de TSB añadiría activos por valor de 46.000 millones de libras, compuestos principalmente por hipotecas, y depósitos de clientes por valor de unos 35.000 millones de libras.