
Banco Sabadell cree que las probabilidades de éxito de la opa de BBVA han disminuido con las condiciones fijadas por el Gobierno, que obligarán al grupo vasco a recalcular sus réditos. "Lo único que podemos decir es que esta operación, en sí misma, no tiene sentido", manifestó este miércoles el consejero delegado del vallesano, César González-Bueno, durante unas jornadas organizadas por la Asociación de Periodistas de Información Económica (Apie) en la Universidad Menéndez Pelayo (UIMP).
El banquero recordó, "como muy bien ha dicho BBVA, tendrá que considerar si con estas nuevas condiciones les compensa seguir adelante o no, y en qué condiciones", instando un recálculo de las sinergias. En su origen, el banco vasco cifró en 850 millones de euros las sinergias que obtendría en términos de ajustes de costes al comprar y fusionar el banco catalán, explicó que permitirían un aumento del 20% en el retorno de la inversión y aumentar un 3,5% en el beneficio por acción anual cuando se materializasen dichos ahorros.
Del total, 100 millones lo economizaría por abaratar las emisiones de deuda del vallesano, 300 millones en inferiores costes laborales y el grueso de la partida restante en tecnología, fusionando las plataformas informáticas.
Según el banquero, esos 100 millones se han "prácticamente" volatilizado "porque los ratings de Banco Sabadell han mejorado cuatro veces en un año". "Y si esos se han reducido prácticamente a cero, dónde quedan los 450 millones en ahorros de tecnología y los 300 millones en empleo. No los sabemos, pero todo el folleto se tiene que rehacer a fondos y decidirán los accionistas", sostuvo.
González-Bueno recordó que si continúa con la opa, logra el control y quiere fusionar las plataformas tecnológicas "habría que achatarrar los 900 millones que tiene de valor contable" la de Sabadell.
El Gobierno ha exigido mantener independientes ambos bancos durante tres años mínimos, con la posibilidad de una prórroga de dos adicional, y será un periodo donde los gestores de Sabadell solo podrán tomar decisiones pensando en maximizar el potencial de la entidad, sin considerar que sería mejor o no para BBVA.
"No era una decisión sencilla"
A su juicio, "no era una decisión sencilla" porque "algunas hipótesis como prohibir el cierre de oficinas o despido de empleados chocaban un poco con la libre competencia". Estas fueron las demandas del ministerio de Trabajo que lidera la vicepresidenta del Ejecutivo, Yolanda Díaz.
"Creo que el Gobierno ha encontrado una fórmula donde dice: yo no te voy a microgestionar, pero mantienes consejeros que deben defender los intereses con autonomía de gestión, en terreno vallado sin pensar en el conjunto de BBVA solo pensando en Banco Sabadell", relató, señalando que así busca que, si se hace bien, "al tiempo que tienes que defender los intereses de los accionistas estás defendiendo, en cierta medida, los intereses generales".
Frente a la ofensiva de BBVA, reivindicó la estrategia independiente de Sabadell y un compromiso superior en remuneración al inversor. Echando la vista atrás subrayó el acierto del consejo de administración del Sabadell al rechazar la fusión en el 2020, con el argumento de que la cotización se ha revalorizado desde entonces un 702%, frente al 313% de BBVA. "10.000 de euros invertidos en acciones de Banco Sabadell el 13 noviembre de 2020 serían hoy algo más de 90.000 euros. 10.000 euros invertidos en BBVA, 47.700 euros, que está muy bien, pero es que es el doble", ilustró.
Desde que el vasco ofreció al consejo una fusión el 29 de abril de 2024 expuso que la cotización de Banco Sabadell ha subido un 55%, en línea con el 52% promedio de CaixaBank, Bankinter y Unicaja, y por encima del 20% de BBVA, al que ve castigado por la reacción de la banca mexicana a la política de Donald Trump.
"Esta operación no tiene precio, la moneda de cambio son acciones que han tenido la peor evolución de todas las acciones bancarias y por debajo de los bancos europeos desde que se planteo la opa", agregó, sacando pecho de que Sabadell ha sido entre 2020 y 2024 la entidad del Ibex con mayor rentabilidad por dividendo, con un 11%, y los analistas ven recorrido al alza porque le asignan un precio promedio de 3,02 euros.
Sabadell ultima precisamente su plan estratégico 2025-2027 que presentará el 24 de julio, junto a los resultados del primer semestre. Por entonces ya habrá decidido si vende TSB Bank si recibe una oferta que juzgue suficiente, un evento clave tanto para dibujar la hora de ruta y fijarse objetivos financieros como para diseñar la política de remuneración al inversor.
Los accionistas tendrán que pagar a Hacienda
Si finalmente a BBVA le salen los números y decide seguir adelante, González-Bueno avisó de que tendrá un coste fiscal para muchos de los accionistas. El banquero estimó que el 88% de los minoritarios "tendrían que pagar más impuestos de los que recibirían del BBVA de la parte de efectivo" por la venta de las acciones si aceptan el canje.
El pago a Hacienda ocurre por las plusvalías cosechadas desde que adquirieron las acciones, y el pago en efectivo adicional. Los canjes en operaciones corporativas pueden evitarse este gravamen si la compensación en metálico no excede el 10% del valor nominal, algo que apuntó que sí ocurriría aquí.