Barcelona
La Fundació La Caixa da a conocer su hoja de ruta para el próximo lustro. La mayor fundación de España explicó este miércoles que aspira a un presupuesto de 800 millones de euros para el año 2030, un 20% más que los 655 millones de euros de músculo con los que cuenta este ejercicio 2025. Estas nuevas líneas estratégicas implicarán además que Criteria, su holding inversor, deba "adecuar" también su plan estratégico a 2030 para que vaya en sintonía de su accionista único tras la salida de Ángel Simón como consejero delegado.
La entidad señaló que este crecimiento se destinará fundamentalmente a los tres grandes ámbitos que ya financia actualmente: ayudas sociales (entre el 55% y el 65% de los recursos), investigación y becas (del 15% al 25%) y cultura (del 15% al 20%). No habrá grandes cambios aquí. En 2024, el 58% fue para el ámbito social, el 20% se destinó a financiar programas de cultura y el 22% se dividió entre investigación y becas.
La fundación sí señala que se plantea lanzar nuevos programas enfocados a aspectos como la sostenibilidad ambiental, la salud mental y la longevidad. Además, en el próximo lustro espera terminar la construcción del CaixaResearch Institute en Barcelona y CaixaForum Málaga.
Durante los cinco años de vigencia, está previsto que la entidad sin ánimo de lucro invierta 4.000 millones de euros en su obra social.
La Caixa espera financiar el crecimiento de su obra social con el dividendo de Criteria. En 2024 el holding le remuneró con 430 millones y en lo que va de 2025 ya ha alcanzado los 360 millones. Para 2030, el plan estratégico de la sociedad inversora dibuja unos pagos de 700 millones, por lo que el crecimiento diseñado por la firma es superior al esperado con la fundación.
Las relaciones con Criteria tras el adiós de Simón
No obstante, la Fundació La Caixa explica que en los próximos meses Criteria "adecuará su plan estratégico 2025-2030 con el objetivo de que esté totalmente alineado con los principios que marca el plan de la Fundació". En esta línea, inversiones como la de Celsa, empresa que no reparte dividendos, terminaron por costarle el puesto al antiguo consejero delegado, Ángel Simón.
Ahora, con la llegada de Francisco Reynés como vicepresidente ejecutivo y José María Méndez como director general el holding ha pisado el freno y, por ejemplo, revisa también la inversión comprometida en Europastry además de cancelar la compra del 20% de Celsa. Tras las tensiones vividas entre Fundació y Criteria en la etapa Simón, la institución avisa de que "las inversiones hechas a través de Criteria se deben gestionar de manera eficiente y transparente con la única misión de preservar el patrimonio de la fundación e impulsar su crecimiento".
Por ello, señala que el nuevo plan estratégico marcará la gestión de ambas entidades para que operen "de manera coherente y coordinada" y con una gobernanza compartida entre el patronato de la fundación y el consejo de administración de Criteria.