Banca y finanzas

Unicaja gana un 115% más y ambiciona alcanzar este año un 10% de rentabilidad

Unicaja cerró un 2024 de máximos. La entidad malagueña logró un beneficio neto de 573 millones de euros el pasado año, cifra que supone un aumento interanual del 115% y batir los 457,40 millones que esperaba el consenso de Bloomberg.

Su rentabilidad sobre patrimonio tangible (RoTE) escaló al 9,1%, casi el doble del 4,1% entregado en 2023; y se ha marcado la meta de subirla al 10% durante el actual ejercicio, con el que arrancará su nuevo plan estratégico trianual. Este último cálculo es tomando de base un CET1 fully loaded ajustado al 12,5%, en línea con el resto de bancos, ya que el suyo alcanza el 15,1%.

Con estas cuentas, la entidad anunció este martes que el consejo de administración ha aprobado distribuir el 60% del beneficio o el equivalente a 344 millones de euros en dividendos. Pagará 13,4 céntimos por acción, 2,7 veces la remuneración realizada durante 2023. Y pone además en marcha el primer plan estratégico después de la renovación de la cúpula, con José Sevilla en la presidencia e Isidro Rubiales de consejero delegado.

Su hoja de ruta 2025-2027 pone foco en espolear el negocio, con una mayor apuesta por la digitalización y empresas, para reforzar la rentabilidad y, sobre todo, retribuir mejor al inversor. Sus grandes metas son llevar al 13% la rentabilidad con capital ajustado o tomando para el cálculo un CET1 del 12,5% (RoCET) y distribuir hasta el 85% del resultado.

Lo hace tras un 2024 de máximos en el que el empuje de la cuenta se apoyó en un aumento del 14,9% en el margen bruto o más asimilable a los ingresos; con la expansión de la partida de costes limitada al 6,6% y una reducción del 24,3% en los saneamientos del crédito por la rebaja de los activos improductivos. A pesar de este descenso, mantiene una cobertura sobre los activos dañados del 71,1%, de las más altas del sector.

En términos de negocio, el volumen de créditos performing o no dudosos se redujo un 4,1%, hasta los 46.353 millones, por las amortizaciones ya que la nueva producción aumentó un 21%. Por modalidad de financiación destacó que tiene un 4,4% de cuota de mercado en formalización de hipotecas y que el crédito al consumo creció un 6,1% en stock, mientras que el volumen de financiación de empresas se redujo un 8,6%.

En recursos de clientes, el saldo minorista aumentó un 5,3% en el año por el tirón del 7,1% en los gestionados fuera de balance (fondos de inversión, pensiones o seguros).

El impulso del negocio se tradujo en alzas de dos dígitos en todos los márgenes de la cuenta: el margen de intereses avanzó un 13,7% y el margen bruto un 14,9%, pese a experimentar un descenso del 4% en los ingresos por comisiones tras retirar estos cargos a clientes vinculados para elevar la relación comercial y, por derivada, la rentabilidad.

Sobre la calidad del balance, la entidad ha dejado atrás los mayores esfuerzos para limpiarlo de activos improductivos. Al cierre de 2024 su morosidad se limitaba al 2,7%, con un descenso del 17,6% en el saldo de créditos dudosos y del 27,8% en activos inmobiliarios.

En solvencia, el ratio de capital más exigente CET1 fully loaded escaló al 15,1%, con un aumento de 40 puntos básicos y supone que almacena 1.992 millones de exceso de capital sobre requisitos regulatorios.

Para 2025, el primer año de su plan estratégico, la entidad aspira a situar su RoTE ajustado alrededor del 10%, acelerar el crecimiento del negocio desde el 2% del pasado año a un 3%; poner fin a la caída de los ingresos por comisiones y limitar los cargos en provisiones a 100 millones, por debajo de los 193 millones del pasado año. Su visión es que mantendrá el beneficio en unos 500 millones y el margen de intereses en 1.400 millones, ligeramente por debajo de los 1.538 millones registrados el año pasado.

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