
Sabadell suelta más activos improductivos en plena ofensiva de BBVA. El banco ha acordado la venta de 350 millones de euros en deuda morosa sin colateral a Axactor (unsecured en el argot financiero). Se trata del Proyecto Electron, integrado por 274 millones en deuda con particulares y 77 millones de empresas y que ha contado con Deloitte como asesor, según fuentes del mercado.
La banca tiene interiorizada la venta de activos improductivos -deuda e inmuebles- como un proceso habitual y casi industrializado para sanear balances y mantener a raya la morosidad, pero su colocación se está acelerando en los últimos meses antes de que entre en vigor la futura regulación sobre la venta y gestión de deuda y servicers.
En esta ocasión Sabadell cierra la transacción con un viejo conocido al que transfirió el Proyecto Maui en la primera parte del año -una cartera de 120 millones de exposición, integrado en un 90% por créditos al consumo- y con el que ha cerrado múltiples operaciones en el pasado. El fondo noruego se adjudicó, por ejemplo, el porfolio Galerna en 2018 con 900 millones en créditos fallidos.
Venta de hipotecas
La entidad ha resuelto, al menos, otras dos transferencias de porfolios al fondo Balbec por un volumen agrupado total de 440 millones de euros, en su caso de hipotecas al corriente de pago que en el pasado fueron refinanciadas o presentaron alguna incidencia en el abono de las cuotas de amortización, o que el banco había contabilizado como "en vigilancia especial".
En el caso de Axactor, la transacción cristalizada después de que el fondo haya hecho caja con la reciente desinversión de créditos sin colateral con un valor nominal bruto de 3.700 millones de euros. Se trata de 14 carteras con una antigüedad previa al año 2019 que ha enajenado para, precisamente, obtener liquidez con la que abordar nuevas adquisiciones.
El especialista noruego se ha colocado entre los mayores inversores de activos improductivos en el mercado nacional. Entre otras operaciones este año se ha adjudicado también un porfolio de BBVA con 270 millones en créditos dudosos al consumo, del Proyecto Estoril, y se erigió con la operación Génova de 1.500 millones en préstamos fallidos a promotores inmobiliarios colocada por la Sareb.
Durante el pasado ejercicio cerró inversiones sobre porfolios que agrupaban el 25,46% del volumen global de todas las carteras transaccionadas en el mercado por la banca y los fondos. Solo Cerberus superó dicha marca, con un 36,89% adquirido de forma directa o a través de su filial GCBE, conforme a las estimaciones de la consultora Atlas Value Management. El tercer jugador más activo fue Fortress, con otro 7,79%.
Activos problemáticos
Al cierre de septiembre, la exposición de Sabadell a activos problemáticos ascendía a 6.155 millones y contaba con 3.564 millones en provisiones frente a eventuales quebrantos, un 57,9%. Del total, 5.283 millones correspondía con financiaciones morosas y otros 872 millones en activos inmobiliarios. El peso total de los activos improductivos equivale un 1,1% del total de los activos del banco, con un ratio específico de morosidad del 3,6%, inferior al 4,1% de un año antes.