
La banca española entrará en el pódium de rentabilidad de Europa este año y se llevará la plata solo por detrás del entramado de países que forma Benelux –Bélgica, Países Bajos y Luxemburgo–. Esta es la conclusión que se obtiene de las previsiones que hace Barclays para el conjunto de las entidades en el Viejo Continente y que coloca el RoTE –rentabilidad sobre activos tangibles– de las entidades españolas en el 16,3% para el cierre de este 2024, ya que también se tiene en cuenta a la banca de menor tamaño.
Conseguir la plata supone para España mucho más que hacerse con este metal. En 2023 la media de las entidades nacionales ocupó el quinto puesto –colocándose entonces por detrás de Irlanda, Austria, Reino Unido y los países nórdicos– y en 2022, cuando todavía los tipos de interés no habían empezado a repreciar la cartera de crédito de los bancos nacionales– el cuarto.

Volviendo a 2024, por delante de España, tal y como se puede ver en el gráfico, se encuentra solamente Benelux, con un 27,6% de RoTE. Esta cifra se explica principalmente por las rentabilidades que obtienen determinadas entidades luxemburguesas cuyo negocio atiende a otro tipo de mercado y cliente.
La medalla de bronce se la llevan los países Nórdicos –Barclays agrupa a las entidades de Suecia, Finlandia y Noruega–, con un RoTE del 16,2% y entidades como Nordea que superan el 18%.
La media del sector se quedaría en el 13,9% de rentabilidad sobre activos tangibles ara este año y bajaría ligeramente hasta el 13,1% de cara a 2025 y 2026. Este indicador es especialmente relevante en el análisis de bancos y entidades financieras porque proporciona una visión más ajustada de la rentabilidad real de los accionistas, eliminando el efecto de los activos intangibles que pueden inflar el patrimonio neto sin generar necesariamente beneficios recurrentes.
La rentabilidad toca techo
Sea como fuere, lo que también muestran las previsiones de las diferentes casas de analistas es que casi todas las entidades tocarán techo en lo que a rentabilidad se refiere durante el ejercicio 2024. Esto implica, para la mayoría de ellos entrar en un leve descenso que normalice las cifras que ahora se están dando. Así, estas se podrían ver reducidas en alrededor de dos puntos porcentuales de media de cara al ejercicio 2025 y continuarían a la baja de cara a 2026.
En concreto, las previsiones de los analistas de Barclays apuntan a que las entidades españolas perderán la plata en 2025, reduciendo su RoTE hasta el 14,6% y cediendo esta medalla a los países nórdicos, que también verán reducida la rentabilidad de sus bancos pero a un menor ritmo.
Si bien es cierto que la mayoría de casas de análisis señalan estas cifras, cabe recordar que en un momento como el actual, con tensiones macro y geopolíticas importantes a nivel global, la visibilidad sobre los próximos ejercicios es limitada y estas se revisan de forma continua. De hecho, entre enero y este mes de agosto, estas previsiones han cambiado en varias ocasiones, casi al mismo tiempo que lo hacían las expectativas de las bajadas de tipos de interés, con las que este indicador tienen casi una relación opuesta.
Entre las entidades españolas, y siempre según el mismo análisis, la que mejor cerrará 2024 en cuanto a niveles de rentabilidad será Bankinter, con una cifra del 17%. Le seguirá CaixaBank con un 16,5% y, posteriormente, se colocará BBVA con un 15,7%.
En el lado contrario, las que menor nivel de rentabilidad tiene entre las grandes es Unicaja, que de acuerdo con los cálculos de Barclays se quedaría este año en el 9,1%, por lo que no llegaría a cubrir el coste del capital. De cara a 2025 y 2026, Barclays estima que la antigua caja malagueña reducirá su nivel de RoTE, cerrando el trienio en el 6,7%.
La morosidad baja
La rentabilidad se mantendrá así al alza durante este ejercicio al tiempo que el volumen de créditos dudosos en los balances de los bancos sigue a raya. Los datos del Banco de España hasta el mes de junio mostraban una cifra total de 40.890 millones de euros de este tipo de créditos, lo que representa una disminución de 1.462 millones de euros respecto a mayo. Esto sitúa la tasa de morosidad en el 3,43%.
La ratio de mora se sitúa así en los niveles mínimos registrados desde el mes de diciembre de 2008, cuando se colocaba en el 3,37% antes de comenzar la escalada que provocó el boom inmobiliario.
Con respecto a las provisiones, el total de entidades de crédito tenía en junio 29.252 millones de euros, lo que supone un descenso de 732 millones de euros en comparación con mayo. Frente a un año antes, las provisiones se redujeron en 1.277 millones de euros.