
BBVA pone el foco en Cataluña en plena opa sobre Banco Sabadell. La entidad que encabezan Carlos Torres y Onur Genç anunció este lunes el cierre de "la mayor operación de rehabilitación de viviendas subvencionada con fondos Next Generation UE de Cataluña". Cabe recordar que una parte relevante de las reacciones que la operación de fusión planteada por BBVA ha planteado en los últimos meses tienen que ver, precisamente, con la afectación que esta pueda tener sobre el territorio catalán.
Esta operación da cuenta de la relevancia de la región para BBVA, y se lleva a cabo en una comunidad de propietarios que aglutina cuatro edificios singulares y colindantes situada en el municipio de Vic (Barcelona), tal y como comunicaron.
La operación, de cuatro millones de euros, tendrá una subvención de 2,6 millones, el 65% del importe total, siendo la inversión total de 7 millones, informó la entidad en un comunicado. La operación "ha tenido un tiempo de maduración de un año", las obras durarán 15 meses y se espera que finalicen en el próximo mes de julio de 2025, explicaron.
Ahorro energético del 60%
Tras la reforma integral de estos cuatro bloques, conocidos por ser los edificios más altos de Vic, la comunidad de propietarios obtendrá un ahorro energético en torno al 60%, uno de los centros de este proyecto. Así, los rascacielos que se rehabilitarán a través de este proyecto cuentan con 114 viviendas, 35 locales comerciales, 230 plazas de aparcamientos, 140 trasteros y unos 200 propietarios.
El Edificio Barcelona obtendrá una mejora del 62,95%; el Edificio Girona, del 63,26%; el Edificio Tarragona, del 62,89% y el Edificio Lleida, del 63,57%, según datos de la l'Agència de l'Habitatge de Cataluña.
Para fomentar y avanzar en la rehabilitación energética del parque de viviendas español, BBVA "cuenta con una red específica para atender las necesidades concretas de las comunidades de propietarios".
El director de Financiación de Comunidades de Propietarios de BBVA en España, Mark Eaves, afirmó que el objetivo es "facilitar y acompañar para llevar a cabo las obras, que en la gran mayoría de casos, resultan complicadas de acometer, ya que por su envergadura requieren de gran inversión", señala en la nota enviada a los medios. Sin la financiación necesaria, "esta transición sería mucho más lenta en tiempo o en muchos casos no sería posible", añadió.
Rechazo catalán a la opa
La operación de fusión a través de una opa hostil lanzada a inicios del pasado mes de mayo ha contado desde el principio con el rechazo frontal del empresariado catalán. Así, tanto el empresariado como toda la clase política, sin importar la ideología, se posicionaron en contra del movimiento de la entidad que preside Carlos Torres y la afectación que podría tener sobre el tejido de la comunidad.
La primera reacción llegó de Foment del Treball. La gran patronal catalana se posicionó rápidamente del lado del Gobierno, al considerar que, con esta opa hostil, "si prosperara, los grandes perdedores serán las pymes catalanas y, por tanto, también las empresas españolas". Además, la patronal que preside Josep Sánchez Llibre explicó que "con la desaparición del Banco Sabadell muchas pymes quedarían huérfanas de financiación". Y es que Banco Sabadell es la segunda entidad más importante de Cataluña, tras CaixaBank. Así las cosas, Foment considera que "el crecimiento de concentraciones financieras debería realizarse en Europa y no en España".
A la entidad le siguió Pimec, la patronal de las pequeñas y medianas empresas. En un comunicado, la organización liderada por Antoni Cañete sostuvo que rechazaba "frontalmente" la operación planteada por BBVA. "Las pymes son las grandes perjudicadas por esta operación, que supone un incremento en el nivel de concentración y que tendrá como consecuencia una mayor dificultad en el acceso a la financiación", advirtió el dirigente catalán.