
La amortización anticipada de hipotecas fue una de las tendencias clave en el sector financiero español desde que comenzaran a subir los tipos de interés a mediados de 2022. Esta forma de canalizar el ahorro embalsado y evitar subidas relevantes en la cuota de las hipotecas multiplicó varias veces las cifras habituales de este tipo de transacciones en las entidades financieras. En cambio, con la normalización del precio del dinero y el cambio en las perspectivas a futuro, esta tendencia ha comenzado a doblegarse y muestra especial énfasis en aquellos hipotecados con rentas más altas, mientras que los que se encuentran en los quintiles de renta más bajos reducen su amortización pero a un ritmo mucho menor.
En este sentido, los datos del Informe de Estabilidad Financiera del Banco de España (BdE) hechos públicos hace unas semanas mostraban que aquellos hipotecados incluidos en el quintil de renta más alto fueron los que más porcentaje de repagos anticipados llevaron a cabo durante el año 2023. De acuerdo con las cifras del supervisor que ahora encabeza en funciones Margarita Delgado, durante 2023 se amortizaron anticipadamente 72.239 millones de euros. Es decir, los hogares españoles destinaron el año pasado una media mensual de más de 6.000 millones de euros para evitar subidas en las cuotas de sus préstamos hipotecarios con la subida del precio del dinero.

Estas amortizaciones anticipadas por parte de las familias con más renta tocaron techo en el último trimestre del año pasado, con más de un 2,5% del total de la cartera hipotecaria a tipo variable de las familias en el trimestre, según muestran datos del regulador bancario nacional. Desde entonces, la caída en picado de este tipo de repagos (tal y como se puede ver en el gráfico anexo) ha devuelto la actividad a niveles del comienzo de la subida del precio del dinero para las rentas más altas.
Por contra, para las rentas del quintil más bajo, si bien también tuvieron su pico en el último trimestre del año pasado, tanto la subida como la bajada de las cuantías amortizadas ha sido mucho menos relevante. Así, llegó a ser calificada como "estable" en la comparativa interanual por parte del Banco de España.
Las razones para amortizar
La actual subida de tipos ha supuesto una traslación mucho más limitada de estos al pasivo que en la serie histórica, especialmente en el caso de los hogares. Así lo demuestran los datos y se deja ver en los movimientos del ahorro de las familias. En este sentido, si el coste del activo es muy superior a la retribución del pasivo, aquellas familias con más capacidad de ahorro han optado por repagar su deuda antes de mantener las cuantías en depósitos.
Esta explicación se dejó notar en las cifras de las entidades y algunas llegaron a dar cifras que, por ejemplo, desde los 65 millones de euros mensuales de amortizaciones anticipadas de Banco Santander, llegaban a superar los 150 millones en momentos pico de esta parte del ciclo.
Ayudas a las amortizaciones
Más allá del impacto de la situación macro, cabe recordar que el Gobierno y la banca diseñaron en 2022 un catálogo de medidas de alivio financiero para los hogares que encarasen dificultades con la hipoteca a raíz de la escalada del euríbor. Entre ellas, se incluyeron soluciones para favorecer la amortización anticipada y el cambio de préstamos de tipo variable a fijo, surtiendo así un apoyo a una mayor amplitud de hogares endeudados al tiempo que alentaban la competencia entre entidades financieras.
Con todo y con ello, el stock hipotecario en España sigue bajo mínimos y registraba un saldo vivo el pasado mes de abril (último dato disponible) de 492.975 millones de euros, apenas un 0,01% menos que en marzo y un 2,3% menos que un año antes. Este dato es el más bajo desde el mes de abril del año 2006, antes del boom inmobiliario.