
Cani Fernández, presidenta de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), rechaza haber sufrido presiones políticas en estas primeras semanas de la opa BBVA-Sabadell. "No me consta", señaló Fernández en el XLI Seminario de APIE y la Universidad Menéndez Pelayo en Santander (Cantabria). "Existe una tercera fase en la que está prevista una visión política. En ese marco, efectivamente el Gobierno puede imponer nuevos requisitos que se ajusten a la norma", recordó.
Fernández, que rechazó comentar desde el punto de vista técnico la operación que está en curso al carecer de datos al respecto, recordó que la norma exige hacer un análisis más exhaustivo -denominado fase 2- en casos en los que no esté claro el impacto en la competencia. "Sería irresponsable pronunciarme", apuntó para finalizar su argumentación, recordando que es prematuro saber si esta operación recibirá luz verde en fase 1 o 2 o cuál será la decisión. "La ley lo deja adecuadamente amplio".
Si pasa a fase 2, la norma prevé una fase 3 que se activa automáticamente y lleva la operación al consejo de ministros, que puede imponer mayores requisitos. "La prohibición es excepcional, y quiero insistir en ello porque, a diferencia de los demás países de nuestro entorno europeo y muchos del entorno internacional, la CNMC puede imponer condiciones, a la par que aceptar compromiso", apuntó. "Siempre tenemos la posibilidad de imponer condiciones y las partes aceptan o no. Si no aceptan, en ocasiones ha sucedido, abandonan la operación", explicó.
Preguntada por el aumento de la exposición en el segmento de pymes, la presidenta de CNMC recordó que ya en la operación de CaixaBank y Bankia a la que se enfrentó al inicio de su mandato "también fue relevante esta exposición". "No creo que sea algo nuevo que nos vayamos a encontrar. Lo que hay que ver sobre la base de los datos cómo vemos ese posible solapamiento si lo hubiera", reiteró.
El pasado 31 de mayo, BBVA cursó la solicitud de autorización a la autoridad de Competencia. En este momento, la institución está en fase de solicitar información a las partes -también se incluye a terceros- y de su rapidez para facilitarla dependerán los plazos del análisis. "En el caso de Caixa-Bankia, que iban de la mano y los dos proporcionaron información desde un primer momento, el análisis duró seis u ocho meses. La clave es cuán rápido tenemos la información para poder analizarla", destacó.
Siguiendo ejemplos de concentraciones bancarias que se han producido en los últimos años, Fernández recordó que se llevan a cabo análisis antes y después de las operaciones para ver sus impactos. "Los compromisos que se impusieron en Caixa-Bankia y en Liberbank-Unicaja no alteraron la competencia y esperamos que ocurra lo mismo en el caso de BBVA – Sabadell", afirmó.
Agradecimiento a De Cos
Más allá de la opa de BBVA sobre Sabadell, Cani Fernández quiso agradecer a Pablo Hernández de Cos, ya ex gobernador del Banco de España, su contribución a la economía. "Quiero expresar mi agradecimiento personal por su aportación a la economía española y europea y al interés general", indicó.
La presidenta del regulador recordó que durante el mandato de De Cos ha compartido "muchas visiones" con él y que ambas instituciones han colaborado en "ámbitos complementarios".