
BBVA sella una etapa en Bolivia. El banco traspasó el año pasado al país su gestora de pensiones AFP Previsión BBVA que el Gobierno liderado por Evo Morales decidió nacionalizar en el año 2010 junto a la gestora Futuro (propiedad de Zurich), desmantelando así los dos fondos privados que administraban el sistema de retiro de los ciudadanos en el país. El Ejecutivo justificó la nacionalización como parte de un programa superior para extender la cobertura a un mayor número de ciudadanos y bajar de 65 a 58 años la edad de jubilación.
La medida implicaba en aquel momento la salida definitiva de BBVA del país al ser el único negocio que operaba en el mercado. La AFP, creada por el banco en 1997, administraba por entonces planes de pensiones con un patrimonio de 1.800 millones de euros. BBVA estimó que el impacto sería marginal puesto que la filial, de la que controlaba un 80%, apenas le generaba beneficios de dos millones de dólares al año.
Su AFP y la de Zurich daban cobertura por entonces a 1,3 millones de ciudadanos y gestionaban un patrimonio global de 2.200 millones. Ambos bancos se adjudicaron años atrás la gestión de los fondos de pensiones del país a través de un concurso público y desde 2006 su operativa ya se encontraba condicionada por nuevas normativas que habían fijado tanto la rentabilidad de los dos fondos como los compromisos con los partícipes.
Sin embargo, el traspaso no fue tan ágil ni estuvo exento de conflicto. El banco llevó a arbitraje al país en 2018 ante la imposibilidad de acordar una valoración del negocio y pese a formular diferentes propuestas al Gobierno. En 2022, el Centro Internacional de Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones (Ciadi) daba la razón a BBVA y obligaba a Bolivia a indemnizarle con 105 millones de dólares en 2022 (unos 104 millones de euros con el cambio de entonces). La compensación se argumentó, entre otros factores, en el "retraso injustificado" en el proceso de nacionalización del sistema de pensiones que obligaba a la entidad a incurrir en costes.
Cuando se dictó la nacionalización la intención era crear la llamada Gestora Pública de la Seguridad Social en 2011, pero su constitución se retrasó a 2015 y el arranque quedaría en suspenso durante años, obligando a BBVA y Zurich a mantener la actividad de pensiones mientras tanto. Será en mayo del año pasado cuando se consuma el traspaso y la gestora arranca formalmente en abril.
Baja plantilla a 109 empleados
Tras esta decisión, la plantilla de BBVA en el país se ha visto reducida a 109 empleados cuyas funciones principales son tareas administrativas asignadas por las autoridades bolivianas. En 2022 contaba con 466 trabajadores, cuando obtuvo la AFP tuvo un resultado de 11 millones de euros y su patrimonio, excluido el resultado, alcanzaba los 5 millones. En el momento actual, la situación se encuentra pendiente de cumplimiento por parte de las autoridades bolivianas.
Litigio de 105 millones
Es la compensación que el Ciadi, corte arbitral del Banco Mundial, impuso a Bolivia en favor de BBVA. El laudo no penalizaba la nacionalización en sí, aprobada en 2020, sino los retrados en el traspaso del servicio que se preveía en un plazo de dos años. BBVA y Zurich se habían adjudicado el servicio en concurso público en 1996, hito que motivó precisamente que el banco crease la AFP-Previsión en el país.
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