Banca y finanzas

La banca espera reactivar el crédito este año y mantener la rentabilidad

  • El margen financiero tocará techo en el primer trimestre y crecerá a "un dígito bajo" durante 2024
  • Las entidades compensarán un menor euríbor con más negocio, comisiones y la gestión del balance
  • El sector descarta compras y fusiones al haber aumentado las valoraciones con la escalada de tipos
     

La situación económica y el inicio en la reversión de la subida de tipos condicionará la gestión de la banca durante 2024, sin dañar sus rentabilidades ni la actividad. El sector ha hecho los deberes para preparar el balance frente al descenso del euríbor y, aunque teme que el margen de intereses toque pronto techo, ve oportunidades para mejorar el negocio y mantener o, incluso, mejorar la rentabilidad con el mix de negocio. Entre los desafíos, conseguir el favor del inversor para que las cotizaciones remonten el coste de capital o mejorar la reputación ocupan posiciones destacadas. Estas son algunas de las principales conclusiones compartidas por directivos de primera línea de diferentes entidades financieras durante el debate "Los retos de la banca en 2024: el impacto de la bajada de tipos en crédito y rentabilidad" celebrado en elEconomista.es en colaboración con la consultora financiera y estratégica Accuracy.

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Una de las grandes expectativas del sector está puesta en que el abaratamiento de la financiación permita reactivar el crédito y que la cartera crezca, aunque de forma moderada, sin que aflore una morosidad preocupante, y después de un 2023 donde la concesión hipotecaria se hundió un 13,8%, achicando el stock financiado.

"Nosotros tenemos la previsión de que en junio muy probablemente la FED, y con alta probabilidad también el Banco Central Europeo (BCE), empiecen a bajar los tipos de referencia. El euríbor ya lo está descontando y en el largo plazo está en el dos y pico por ciento, por debajo del tipo de referencia. Quizá no sea un año de gran crecimiento de la cartera hipotecaria, pero sí que los efectos peores han podido pasar", augura Enrique Reina, socio del área de Finances Services Industry de Accuracy.

Morosidad contenida

El director financiero de Kutxabank, Iker Arteagabeitia, admitió que hay factores que aún "pueden afectar mucho y que todavía no se han materializado" derivados de la subida de tipos o del precio de la energía, susceptibles de "tener impacto en la calidad del crédito". Sin embargo, puso en valor que el PIB creció el pasado año un 2,5%, apunta a una progresión ahora del 1,5-2%, y "si se mantiene la buena situación, la esperada pequeña bajada de tipos puede reactivar el crédito y suponer una oportunidad para las entidades".

"La clave macro que más estamos mirando es el empleo y parece que va a aguantar o incluso se va a seguir creando empleo en el 2024. Eso va a ser bueno para la demanda de producto y va a ser bueno, sobre todo, para la morosidad, además de la bajada de tipos", coincidió el director financiero de Abanca, Alberto de Francisco. "De los retos principales, además de un entorno complicado en la geopolítica o el superciclo electoral, está la gestión de los recursos de clientes. En la medida en que seamos capaces de ofrecer no solo depósitos sino también fondos, seguros o alternativas de inversión diferentes y que se modere la caída de las carteras de crédito, creo que va a ser, en general, una noticia positiva para el sector, donde necesitamos recuperar niveles de rentabilidad más alineados con nuestro coste de capital", agregó.

El sector viene de gestionar una situación tremendamente cambiante donde, tras ocho años de tipos negativos, encaró los desafíos de la pandemia y posteriormente la política monetaria viró de forma abrupta con subidas verticales de tipos para poner coto a la desbocada inflación, que disparó su margen financiero pero también secó la demanda de crédito. "La subida de los tipos de interés muy fuerte frenó en gran medida muchas inversiones", recordó el director general adjunto de Banco Sabadell, Sergio Palavecino.

"Entramos en este 2024 y las condiciones financieras son más favorables. Los tipos de interés están bajando con la sensación de que la inflación se va a moderar. Eso debería ayudar a los volúmenes porque pienso que debe contribuir a alimentar un entorno de confianza en el que los empresarios y las personas se sientan con más ganas de invertir", confió convencido de que uno de los retos bajo este nuevo entorno será también "la gestión de los recursos: el trasladar este nivel de tipos de interés de una forma justa al coste de los depósitos" y que se "estabilice" puesto que ahora llegarán las bajadas de tipos.

Desde Deutsche Bank, su director de Créditos, José Ignacio de Pineda, avisó de que en la primera parte del año aún habrá que estar "relativamente vigilantes para esperar que la recuperación llegue" a los mercados internacionales porque persisten muchos retos a escala global, con todavía "Alemania muy débil y con muchos mercados en Europa todavía necesitados de recuperarse". "Es cierto que España está bastante mejor", precisó el directivo y lo atribuyó al mayor peso del sector servicios, pero avisó de que "la parte manufacturera está sufriendo y, sobre todo, los mercados de exportación".

En términos de crédito, desveló que "ya estamos viendo que el porfolio de hipotecas se estabiliza y la producción vuelve un poco a animarse. La compra de vivienda puede acometerse asumiendo que los tipos han tocado el pico" y auguró una recuperación en la financiación a compañías. "En empresas vimos el año pasado una caída de circulante bastante notable. Ante la situación en Ucrania y la incertidumbre global, las empresas habían acumulado mucho stock para estar prevenidos. Y con un entorno incierto, la inversión en Capex también se notó. Este año es previsible que empiece a recuperar el circulante, pero hasta que no se atisbe una recuperación económica más clara, sobre todo en el sector manufacturero, probablemente no empiece una inversión en Capex más clara", vaticinó.

Inversión en las empresas

La reactivación en la concesión crediticia contribuirá a limitar el impacto en el margen financiero del giro en la política monetaria. "Mi impresión es que en la mayoría de los bancos el pico del margen financiero lo vamos a tocar en el primer trimestre, pero cuando miras el conjunto del año lo más probable es que la mayor parte de las entidades tengamos un crecimiento de un dígito bajo", pronosticó el director financiero de Kutxabank. "Aunque bajen un poco los tipos no hay que pensar que el recorrido a la inversa va a ser tan rápido porque en realidad hay muchas carteras que todavía se van a ir repreciando. Vemos un margen de intereses muy bien soportado este año y todavía los próximos", auguró Sergio Palavecino, de Banco Sabadell.

El socio del sector bancario de Accuracy reparó, por su parte, en el esfuerzo desplegado por las entidades para anticipar el nuevo escenario con una mayor comercialización de préstamos a tipos fijos, nada sensibles a los cambios del euríbor, y gracias a la mayor demanda del producto por parte de los ciudadanos. "Esa gestión ha permitido capturar un nivel alto de tipos, de forma que si volvemos a una política más baja hará que el balance sea menos sensible a la baja", valoró. El responsable financiero de Abanca agregó que en la protección del balance será clave también la gestión de las carteras de deuda o Alco y si el BCE decidiese modificar el volumen de liquidez que remunera a la banca, después de que el pasado año ya subiese desde el 1 al 5% el coeficiente de recursos que no retribuye con la facilidad de depósito.

"Probablemente en márgenes estemos viendo el pico este trimestre, pero debajo del margen están todavía las comisiones por servicios y asesoramiento a los clientes, que también contribuyen. Es una fuente también de generar rentabilidad que hay explotar y servir a los clientes", añadió el director de Créditos de Deutsche Bank.
Con todo, los banqueros coincidieron en que el sector será capaz de repetir o, incluso, mejorar la rentabilidad alcanzada en 2023. El ratio medio de las entidades se disparó el pasado año desde algo más del 11% a alrededor del 15% en su formulación sobre patrimonio tangible (RoTE), con algún banco por encima del 17% y después de marcar récord de beneficios.

Un informe de Accuracy estima que la mayoría de bancos cubrieron el pasado año el coste de capital, aunque las cifras internas de las entidades son menos optimistas y las cotizadas sostienen que continúan sin alcanzar adecuadas valoraciones en bolsa. Según el director general adjunto de Banco Sabadell, el coste de capital normalizado ronda el 10% que el sector sí alcanza, pero cuando le sumas las incertidumbres que rodean a la industria "está cercano al 18% en algunos casos". A las entidades les pesaría, en su opinión, "el temor al incremento de la presión regulatoria o legislativa" y el nuevo impuesto del Gobierno, un tributo que calificó de "muy dudoso, muy asimétrico". "Cuando te comparas por sectores y miras el ROE de la banca está más de la mitad para abajo. Somos de los sectores menos rentables de la economía", ilustró el director financiero de Abanca.

Exceso regulatorio


El directivo de Kutxabank cifró en "18 los reguladores-supervisores" de la banca entre autoridades nacionales e internacionales (Banco de España, CNMV, Sepblac, Dirección General de Seguros, Frob, BCE, Esma, Eiopa y la futura autoridad de blanqueo de capitales, entre otras) y lamentó el esfuerzo económico y humano que supone cubrir sus requerimientos. "Al final te piden la misma información en vertical y horizonal, y eres tú el que la tienes que conciliar. No se trata de que nos regulen menos, sino de que sea eficiente esa regulación y esa supervisión para que, entre ellos se hablen y con los mismos datos trabajen todos", demandó. "Hay que evitar que sea un péndulo. Ni tan poco a lo mejor en un momento, ni ahora excederse con la regulación y detraer esos recursos y atención a la actividad ordinaria", reclamó el responsable de Crédito de Deutsche Bank.


El socio de Accuracy descartó que la rentabilidad sea "un espejismo" o producto de una situación extraordinaria, sino de una normalización de tipos y auguró que, "cuando se vean estas rentabilidades sostenidas en el tiempo" los "inversores tienen que volver al redil" y mejorar las valoraciones bursátiles. Reina justificó que la carga regulatoria se haya endurecido y aumentado para reparar las deficiencias afloradas en las diferentes crisis vividas, aunque se mostró confiado en que, "probablemente, alcanzaremos el pico de complejidad regulatoria en algún momento y eso empezará a aligerar y a optimizarse".

La banca ha aprovechado las bajas valoraciones para, precisamente, aumentar la remuneración al inversor por la vía de las recompras de acciones. "Es una creación directa de valor porque incrementa el beneficio por acción y en estos niveles además de forma acelerada", resaltó el directivo de Sabadell.

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