
El ecosistema fintech es un hervidero de propuestas nuevas y juega un rol relevante en la prestación de servicios financieros de clientes, de manera directa o en alianza con los operadores tradicionales. Sin embargo, en 2023 el sector sufrió un nuevo golpe tanto en inversiones, como en valoraciones y en la gestación de operaciones corporativas. La inversión captada por estos proyectos ascendió a 113.700 millones de dólares a escala mundial (105.590 millones de euros al cambio actual), lo que representa un desplome del 42,17% frente al ejercicio previo y se queda casi a medio camino de los 225.800 millones movilizados por la industria en el pico de 2021.
Es preciso retrotraerse a 2017 para encontrar una apuesta monetaria inferior. Su desplome tiene mucho que ver con el escenario macrofinanciero y las incertidumbres geopolíticas, y condiciona las valoraciones y operaciones, que cayeron a su vez un 39%, hasta las 4.547.
"Los conflictos en Ucrania y Oriente Medio, los elevados tipos de interés y el estéril entorno de mecanismos de salida entre regiones provocaron que los inversores en fintech cerraran su bolsillo durante gran parte del año", explica KPMG en el informe Pulse of Fintech del segundo semestre de 2023 donde evalúa las tendencias mundiales de inversión en la industria. Su análisis atisba algunos cambios, ya que la apuesta se incrementó en la segunda parte del año a 58.200 millones de dólares (53.970 millones de euros) frente a los 55.500 millones de enero a junio, con el particular empuje de seis operaciones que excedieron los 1.000 millones.
Venta de GTT en España
En España, la mayor transacción la cerró el fondo británico AnaCap Financial Partners con la venta de la empresa alicantina Grupo Gestión Tributaria Territorial (Grupo GTT) al también británico Stirling Square por 266 millones de euros. En Europa, los puestos más alto por valoración lo ocuparon la recapitalización de Finastra por unos 6.400 millones de euros, con préstamos movilizados por Vista Equity Partners con Oak Hill Advisors y Blue Owl Capital; y la compra del proveedor de datos financieros Macrobond por casi 700 millones por parte de la firma estadounidense de capital privado Francisco Partners.
Pero al otro lado del Atlántico, la venta del proveedor de datos hipotecarios Black Knight por Intercontinental Exchange (ICE) alcanzó los 11.700 millones de dólares (10.900 millones de euros) y la compra de proveedor de software financiero Adenza, propiedad de Thoma Bravo, por parte del Nasdaq unos 10.500 millones (9.750 millones de euros).
"El mercado de fintech se tambaleó ligeramente en 2023, afectado por muchos de los mismos problemas que afectan al entorno de inversión en general. Aunque se siguieron realizando operaciones favorables, los inversores se mantuvieron a la espera para centrarse más en la rentabilidad", indica en el informe Anton Ruddenklau, responsable global de Fintech e Innovación, Servicios Financieros de KPMG.
Las compañías del sector, que en pleno boom de inversiones y valoraciones, captaron fondos de manera masiva apostando por extrategias de expansión y crecimiento, han tenido que acometer ajustes en muchos casos cuando ambos vectores han replegado para aquilatar costes y priorizar la consecución de rentabilidades para seguir atractivas al capital. Pero el informe detecta comportamientos dispares según el modelo de negocio.
"Aunque, en términos generales, fue un año anémico para el mercado de fintech, hubo algunos puntos especialmente positivos. Las proptechs, la fintech ESG y los inversores se interesaron por las fintechs centradas en la IA, lo que fue especialmente favorable en los últimos seis meses", repara el experto. Para 2024, espera que la inversión mundial se mantenga débil en el arranque del año por los aún altos tipos y los conflictos mundiales.
Las fusiones y adquisiciones repuntarán
El número de operaciones de fusión y adquisición descendió un 29,41%, con 612 transacciones censadas. Su valoración declinó un 42,56% y quedó en 56.400 millones de dólares (52.300 millones de euros). La inversión específica de capital riesgo bajó a su vez desde 88.800 millones a 46.300 millones de dólares. A futuro los expertos prevén que las operaciones de fusión y adquisición empiecen a "repuntar a medida que los inversores se interesen en mayor medida por los activos en dificultades".