
Motoristas que declaran haber sufrido un accidente en una gasolinera cuando, en realidad, ha sido circulando a todo gas en un circuito de carreras; una persona que reclama una incapacidad permanente y una costosa reforma en su casa mientras sigue trabajando en su bar con normalidad, o un trabajador con una baja laboral prolongada que, a pesar del accidente y sus "graves" lesiones, demuestra conservar un excelente toque futbolístico. Estas situaciones son solo una parte de los intentos de estafa al seguro que ha detectado Línea Directa en los dos últimos años.
El VII Barómetro del Fraude en el Seguro de Autos y de Hogar elaborado por la aseguradora y presentado este martes recoge que entre 2021 y 2022 han detectado más de 110.000 intentos de estafas. Se trata de la máxima cifra desde que elabora el informe. Los cálculos de Línea Directa apuntan a que los intentos de fraude que han detectado entre 2021 y 2022 suponen 80 millones de euros.
Unas situaciones que tienen una especial incidencia en el ramo de autos. De hecho, cerca del 9% de los partes que recibe Línea Directa con intentos de estafa al seguro, casi cinco veces más que en 2009.
La aseguradora explica que este incremento de los intentos se debe a la actual situación económica, marcada por la reducción del poder adquisitivo de los ciudadanos por la inflación y el alza de los tipos de interés.
Además, también se han mejorado los medios de detección del fraude basados en la Inteligencia Artificial, que permite identificar parámetros, señalar posibles conexiones de los implicados y destapar incoherencias en sus declaraciones.
"En los dos últimos años, la proporción de fraudes al seguro se ha incrementado notablemente, debido sobre todo a la situación económica. Además, la introducción de elementos tecnológicos basados en la Inteligencia Artificial está siendo decisiva para mejorar la detección de un delito que perjudica a todos los conductores, ya que incrementa sensiblemente el precio de las pólizas y que, en el caso de las redes organizadas, es especialmente peligroso", ha detallado Mar Garre, directora de Personas, Comunicación y Sostenibilidad de Línea Directa.
Pese al incremento del número total de fraudes, desde Línea Directa destacan que en los últimos años se ha detectado una reducción en el coste medio. En el caso de particulares se sitúa en aproximadamente 790 euros mientras que en el caso de las redes organizadas asciende hasta los 8.348 euros. Son estas últimas las que realmente preocupan a la aseguradora.