
Santiago de Compostela podría ser la próxima semana escenario de la designación de la próxima presidenta del Banco Europeo de Inversiones (BEI), la primera mujer en la historia de la institución. Sobre la mesa, dos nombres: la española Nadia Calviño y la danesa Margrethe Vestager, dos técnicas que han pasado por Bruselas y que ahora pelean en la carrera por llegar a Luxemburgo; y una fecha clave que puede marcar un antes y un después, el EcoFin que se celebrará la próxima semana en la ciudad gallega aprovechando la presidencia española del Consejo europeo.
Si a principios de semana Calviño se mostraba confiada ante los primeros espadas de la banca nacional en una reunión que para algunos sonó a despedida no oficial, el giro de guion que supuso que su contrincante Vestager se tomase una excedencia de su cargo como máxima responsable de Competencia de la Unión Europea para prepararse de cara a su hipotética llegada al BEI puede llevar a un giro de los acontecimientos. Pese a ello, el entorno de la vicepresidenta primera del Gobierno sigue confiando en su candidatura y en que la reunión de la semana que viene será clave para la decisión que llegará previsiblemente en octubre.
El intercambio de 'fichas'
¿Cómo se llegaría a un hipotético nombramiento de Calviño? La coincidencia en el tiempo de la elección de dos puestos clave de perfil económico a nivel europeo con candidatas españolas es fundamental para que el intercambio de fichas funcione. La presidencia del BEI y la del Mecanismo Único de Supervisión (MUS), o lo que es lo mismo, la candidatura de Calviño y la de la subgobernadora del Banco de España, Margarita Delgado, respectivamente. La primera la eligen los ministros de Economía de los diferentes países y tiene a la danesa Vestager como contrincante; la segunda está en manos del consejo de Gobierno del Banco Central Europeo (BCE) –en el que hay dos españoles, el propio gobernador del BdE, Pablo Hernández de Cos, y el vicepresidente de la institución, Luis de Guindos– y Delgado rivaliza con la alemana Claudia Buch.
Los alemanes tienen uno de los votos clave para que Nadia Calviño llegue al BEI, y apuestan, como es lógico, por su candidata para el BCE, más si cabe en un momento económico como el actual en el que el país ha reclamado mayores medidas en política monetaria y fiscal. Conseguir entonces el voto del país germano para España en vez de para Dinamarca en la carrera para presidir el Banco Europeo de Inversiones tendría una contraprestación en la votación del supervisor bancario.
Pese a ello, Margarita Delgado no tira la toalla y sigue luchando para estar en el podio de la decisión que podría tomarse la próxima semana.
En el mundo financiero, ciertas fuentes dan por hecho que la reunión del pasado lunes con la banca fue el punto de inflexión para el viaje de Calviño al BEI, una despedida adelantada de cara a su partida a final de año, una vez que el nuevo Gobierno esté conformado. Otras consideran que el adiós momentáneo de Verstager que se anunció el martes, después del cónclave en España, indica más de lo que cabría esperar y fían a lo que pueda pasar en la reunión del EcoFin de Santiago de Compostela la semana que viene.
Una decisión que sería clave para España en este momento de despliegue de fondos europeos.
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