
Todo o nada. El fondo activista Oceanwood ha decidido modificar la estrategia anunciada ayer con su participación de Unicaja y se va de la antigua caja malagueña tras vender el 7,06% del capital por 187,5 millones de euros. Así lo ha notificado este mismo miércoles a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) en una comunicación en la que señala que se queda con, aproximadamente, el 0,35% del capital del banco. Del mismo modo, y como ya se comentó ayer, el representante del fondo en el consejo de administración David Vaamonde, deja libre su silla en el máximo órgano del banco.
De acuerdo con la misma comunicación, está previsto que la liquidación de la operación se produzca el 4 de agosto de 2023. Este movimiento llega apenas un día después de que la entidad haya designado al directivo de la casa Isidro Rubiales, mano derecha del presidente Manuel Azuaga, como nuevo consejero delegado en sustitución del procedente de Liberbank Manuel Menéndez.
Esta operación, según la misma comunicación, coloca el precio de la acción transaccionada en un euro, es decir, está por debajo del valor que el mercado le daba al cierre de la sesión de ayer martes, en 1,06 euros por título. Hoy, tras conocerse estos movimientos, el valor se ha visto arrastrado al rojo y llegó a perder más de un 7% durante la mañana, colocándose incluso por debajo del euro. Al cierre de la sesión, se quedó con una caída del 5,84% hasta un precio de un euro.
Nueva brecha en el consejo
Este movimiento abre una nueva brecha en el consejo de administración de la entidad que lleva meses viviendo tiempos convulsos. Tras el cierre de las posiciones de consejeros independientes hace unas semanas y la elección del nuevo consejero delegado ayer mismo, la salida de Vaamonde deja una nueva silla libre en el máximo órgano del banco al tiempo que elimina casi el último apoyo que le quedaba al lado asturiano de la entidad.
Así, como dominical del lado de Liberbank se queda solo en el consejo Felipe Fernández, representante de la Fundación Caja de Ahorros de Asturias, que ostenta un 6,56% del capital. En la rampa de salida para conseguir el sillón que ahora deja Vaamonde estaría el empresario murciano Tomás Olivo, cuya participación rondaría el 7% del capital, según varias fuentes, si bien en los registros oficiales de CNMV consta un 6,74% a cierre del ejercicio 2022.