Banca y finanzas

Reino Unido pone en marcha 14 medidas para obligar a los bancos a que aceleren la remuneración al ahorro

  • La FCA ha presentado el plan de acción para supervisar el mercado de ahorro
  • Los bancos tienen que revisar sus compensaciones y cerrar la brecha del pasivo
  • Se ha trasladado el 28% de las alzas en depósitos a la vista y el 51% a plazo
Foto: iStock.

Reino Unido lleva tiempo presionando a la banca para que remunere el ahorro conforme al ciclo de subidas de tipos de interés y, este lunes, ha presentado un plan de acción con 14 medidas para asegurarse de que las entidades financieras fijan sus precios "correctamente", explica la autoridad financiera del país (la FCA, por sus siglas en inglés).

Aunque el debate sobre cómo las entidades trasladan los tipos más altos a los clientes está servido en los países en los que se da un ciclo de ajuste, Reino Unido ha decidido ir más allá, estableciendo un marco de actuación. "Mientras que los consumidores siguen haciendo frente a las presiones financieras debido a la crisis del coste de la vida, es crítico que se puedan beneficiar de tipos de interés competitivos que protejan el valor de su ahorro y que reciban el precio justo, como requiere la normativa a los consumidores", detalla en plan de acción.

Las medidas británicas vienen de la mano de una nueva regulación al consumidor (Consumer Duty), que refuerza los derechos de los clientes en el ámbito de las finanzas comerciales y que entra en vigor este mismo lunes. Por eso, los bancos tendrán que ofrecer la remuneración justa conforme a esta nueva disposición y revisarla a lo largo del próximo mes. De no ofrecer una compensación adecuada, la FCA tendrá hasta final de año para tomar medidas. Este es uno de los 14 puntos del plan.

Además, la autoridad financiera supervisará el tiempo que tardan las entidades en trasladar cada cambio en los tipos de interés. Asimismo, se hará un informe cada seis meses con una evaluación de los bancos y de sus políticas de remuneración. El objetivo es que "se cierre la brecha" entre los márgenes por intereses que cobra el sector por los tipos más altos y la remuneración de los depósitos.

Según el organismo, los nueve principales bancos solo han trasladado el 28% de las subidas de tipos a los depósitos a la vista, entre enero de 2022 y mayo de 2023, y el 51% a los depósitos a plazo y con preaviso. "Apreciamos el progreso que se ha hecho hasta ahora, pero esto tiene que acelerar", señala el responsable de Consumo y Competencia de la FCA, Sheldon Mills.

Por otra parte, el plan de acción también pide a los bancos que sean proactivos, que incentiven el ahorro y que contacten con sus clientes para ofrecerles los mejores productos para alojar su dinero. En definitiva, supervisará el mercado del ahorro, pedirá justificaciones de precios y exigirá más compensaciones y mejores ofertas. Entre las principales entidades británicas se encuentran Barclays, HSBC, Lloyds Banking o Natwest.

El Banco de Inglaterra (BoE) se reúne esta semana, una vez más, para decidir sobre los tipos de interés, que ya ha elevado en 490 puntos básicos desde diciembre de 2021. Actualmente, la tasa de referencia se encuentra en el 5% tras el ajuste de junio de 50 puntos básicos. De cara al jueves, se espera un nuevo alza de cuarto de punto.

Con los tipos de interés en máximos de 2008 y con la escalada que llevan haciendo en los últimos meses, las autoridades británicas quieren vigilar que los bancos no solo cobran más caras las hipotecas, sino que también pagan mejor los productos de ahorro. Reino Unido no permite que esta política sea unilateral y que las entidades decidan independientemente, sino que ha fijado el plan de 14 puntos para asegurar que se hace una correcta transmisión de la política monetaria en todas las direcciones.

"La FCA seguirá monitorizando el mercado y emprenderá más acciones si no ve un progreso significativo a finales de 2023", explican.

En Reino Unido la inflación es más elevada que en la eurozona, por lo que los precios presionan aún más a los consumidores. En junio, el Índice de Precios al Consumo (IPC) británico se situó en el 7,9%, mientras que en la eurozona fue del 5,5%, más de dos puntos de diferencia, lo que explica que las autoridades busquen medidas para aliviar la presión financiera de los hogares.

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