El primer banco por negocio en España, CaixaBank, considera que el actual marco de tipos de interés al alza está llegando a su fin y se dejará notar en el precio de las hipotecas a partir de mediados de año, según palabras de su consejero delegado, Gonzalo Gortázar, durante la presentación de los resultados semestrales, en que el banco elevó su beneficio hasta 2.137 millones de euros, un 35,8% más.
"La subida de los tipos llega a su fin", aseguró Gortázar, que de hecho apuntó que aunque en el mercado hay quien considera que la reciente subida de tipos del BCE hasta el 4,25% puede ser la última, CaixaBank estima que aún habrá una subida más en los próximos meses.
La entidad bancaria prevé que a final de año el Euríbor "va a bajar del 4%", lo que se trasladará a sus clientes hipotecarios el próximo año. "El problema va a ir a menos a partir de mediados del año que viene las hipotecas van a repreciar en términos negativos", aseveró Gortázar al referirse a las medidas puesta en marcha por el banco y el sector para hacer frente a los efectos de la subida de los tipos de interés en los bolsillos de los ciudadanos.
De hecho, CaixaBank apunta que la mejor situación económica de la prevista ha reducido notablemente la previsión de clientes que se han acogido a las medidas para aliviar el efecto de los tipos en el mercado de la vivienda. Según la entidad, se han recibido 5.600 solicitudes del código de buenas prácticas y al margen ha realizado 10.000 refinanciaciones desde la subida de tipos.
El consejero delegado reconoció una "caída relevante" en el volumen de crédito a vivienda del 2,6% "por el factor de subida tipo de interés". En el caso de las nuevas hipotecas firmadas este año, se han reducido un 21% y Gortázar consideró que esa será la tendencia para todo el año que incluso podría ir a más.
En su comparecencia, Gortázar valoró la primera parte del año como "un semestre positivo" con una buena evolución comercial, en la que destacó una subida de recursos de clientes de 2,7%. Pese a los beneficios semestrales récord, el ejecutivo dejó claro que para el no se puede hablar de los mejores resultados de CaixaBank. "Rotundamente no, no es el mejor año de la historia, el banco ahora es mucho más grande de lo que era hace unos años, más del doble y debería ganar más del doble". El ejecutivo recordó que as rentabilidades hace más de una década estaban en el entorno del 20% y ahora están en el 10%.
De hecho, insistió en que pese a la mejora en las ganancias y una mayor razonabilidad, "seguimos por debajo del coste de capital", que situó entre el 11,5% y el 12,%.
Por eso también volvió a criticar el impuesto a la banca y los perjuicios que puede suponer para la economía española. "¿Por qué las entidades financieras deben contribuir con un tipo fiscal de un 40% cuando el resto de empresas contribuyen con un 25%?", se preguntó, además de dejar en el aire la cuestión de qué consecuencias puede tener para toda la economía que paguen tanto dinero en España. "Personalmente creo que no tiene sentido gravar a la banca más que a otros sectores y perjudica a todo el país, no es bueno para la banca, pero no es bueno para toda la economía".
Incertidumbre política
El consejero delegado de CaixaBank también valoró la situación política tras las elecciones del pasado domingo. Aunque dejo claro que "incertidumbre y retrasos no son buenas noticias para la economía", también consideró que "tenemos que de alguna manera normalizar una situación que puede no gustarnos" y que en las últimas situaciones similares 2016 y 2019 la economía española consiguió crecer.
"Creo que esta tiene que ser una prioridad, mantener un crecimiento positivo", apuntó. También apostó por "priorizar y asegurar que el dinero de los Next Generation llegan bien y llegan a tiempo, que no nos afecta el calendario que hay que cumplir por la situación de Gobierno".