
El Banco de España calcula que la recaudación del gravamen extraordinario temporal sobre los resultados del sector bancario, el conocido como impuestazo, supondrá un 5% del resultado neto consolidado de 2022. Así lo ha señalado Pablo Hernández de Cos, gobernador de esta institución, durante su participación en el XVIII Foro de Banca organizado por IESE.
Cabe recordar que las entidades cargaron a las cuentas del primer trimestre el 100% de este gravamen si bien todavía falta por pagar la mitad de él, trámite que se hará tras el verano tras un primer pago en febrero.
En este sentido, y tras las turbulencias financieras vividas en los mercados hace unas semanas, De Cos ha querido reiterar la necesidad de que "nuestras entidades lleven a cabo una política prudente de planificación de provisiones y de capital", si bien ha apuntado que las entidades nacionales son sólidas tanto en liquidez como en capital.
En el lado de la retribución al accionista, De Cos señaló que los importes distribuidos como dividendos superaron en 2022 los 7.200 millones de euros, hasta situar su ratio sobre beneficios en el 40%, es decir, en un nivel similar al observado antes de la pandemia. El gobernador del Banco de España quiso destacar también el incremento de la ratio de beneficios por acción y el aumento significativo en la recompra de acciones propias por determinadas entidades, para su posterior amortización, convirtiéndose en una remuneración adicional a los accionistas.
Crecimiento del PIB al 2%
En el lado macroeconómico, De Cos apuntó que dados los datos del primer trimestre, con un crecimiento mayor del anticipado, junto con la revisión reciente de la serie histórica, sugieren que el PIB podría crecer este año por encima del 1,6% previsto en las últimas proyecciones. De esta forma, superaría el 2% de media en 2024 y 2025.
El también presidente del Comité de Basilea apuntó que estas proyecciones están sujetas a una incertidumbre muy elevada, con riesgos de que se materialicen escenarios que ha calificado de "menos positivos". En particular, se refirió a la eventual duración de la guerra en Ucrania, que sigue siendo la principal fuente de riesgo, además del futuro de la economía mundial en un contexto de endurecimiento de la política monetaria a nivel global y de riesgos geopolíticos significativos.
Así, en el lado de los tipos de interés, De Cos apuntó que "cada vez estamos más cerca del fin de las subidas" tras constatarse que la trasmisión de la política monetaria está siendo fuerte, la inflación se mantiene en el escenario central y pese a la sorpresa del alza de la subyacente.