Banca y finanzas

Botín: "Para contribuir a la sociedad los bancos tenemos que ser rentables"

  • Defiende que sin beneficio Santander no podría financiar educación y universidades
Ana Botín en Valencia. Foto: Europa Press
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La presidenta de Banco Santander, Ana Botín, volvió a salir en defensa del beneficio de las empresas privadas en general y de los bancos en particular después de la tormenta política de los últimos meses, con los nuevos impuestos a energéticas y banca que han entrado en vigor. En el V Encuentro Internacional de Rectores Universia que se celebra en Valencia, Botín recordó que sin las ganancias la entidad no podría llevar a cabo su labora social y de filantropía, como la inversión en becas y universidades que realiza el Santander.

"No siempre se entiende bien que los bancos tenemos que ser rentables", aseguró la presidenta del banco que consideró que es algo fundamental para que las empresas puedan "contribuir a la sociedad". El banco ha destinado en las últimas dos décadas 2.200 millones a sus programas de becas y universidades y ha anunciado otros 400 millones hasta 2026.

Según explicó Botín en la clausura del encuentro con 1.200 personas y de ellos 700 rectores y académicos, la formación, la educación y la investigación son la base de una sociedad democrática.

Las palabras de Botín fueron apoyadas por Larry Summers, que fue secretario del Tesoro de Estados Unidos con Bill Clinton, director del Consejo Económico Nacional del presidente Obama, economista jefe del Banco Mundial y ex rector de Harvard.

"No vas a maximizar tu impacto si no te asocias de una forma eficaz para que el conocimiento que generes tenga el mayor efecto", destacó Summers, que considera que las ideas que nacen en las universidades no podrían materializarse sin la financiación y el impulso de las empresas privadas.

"Necesitamos instituciones financieras para que se puedas generar esas ideas", apuntó Summers, que mostró su deseo de que el vacío entre empresa y universidades, entre ideas y beneficios, se resuelva y se llene".

El ex secretario del Tesoro y economista ligó esta vinculación con su preocupación sobre el que considera el mayor riesgo de las universidades: la comodidad y el estancamiento para extender su conocimiento hasta el último rincón del planeta. "En el caso de las empresas existe la motivación del beneficio para extender sus productos, como Coca Cola en todo el mundo. Las universidades no funcionan por esta motivación del beneficio, deben ira más allá de esa zona de confort, algo que les empuje a transformarse y el impulso para el desarrollo".

Summers se mostró crítica porque "demasiadas veces las universidades definen su grandeza no por cuanta gente incluyen sino por cuanta gente excluyen", algo que tiene que modificarse con la tecnología y la revolución por la que hoy en día existen más smartphones que personas.

Una universidad "incómoda"

Summers también lanzó una crítica a lo políticamente correcto en la educación universitaria y recordó su etapa al frente de Harvard. "Los alumnos venían y se quejaban de algo que habían escuchado en una clase que no les hacía sentirse cómodos. Si no te sientes incómodo nunca en tu educación en Harvard es que no te ha servido nada. La educación plantea cosas que no te has planteado nunca, es incómodo. Si te molesta sentirte incómodo te sugiero que no vengas a una universidad como Harvard", recordó.

Summers también planteó la necesidad de mecanismos de rendición de cuentas en las universidades. "La sociedad invierte mucho en las universidades y tiene derecho a preguntar sobre lo que hace la universidad", aseveró, aunque también quiso dejar claro que no puede ser igual que el de las empresas privadas y con un límite claro. "Mucho de lo peor que ha ocurrido en la educación es cuando los gobiernos han decidido qué se debía enseñar. Redención de cuentas no se debería convertir en un control intelectual", matizó.

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