
Años después de que se anunciara su creación, el Sistema Europeo de Garantía de Depósitos todavía no se ha materializado y muchos empiezan a cuestionarse si no habría que dar por concluido este proceso. Sin embargo, el presidente de la Autoridad Bancaria Europea (ABE) desde 2019, José Manuel Campa, no es uno de ellos. Al contrario, sigue defendiendo el papel "fundamental" de este mecanismo para completar la unión bancaria.
Campa, en una entrevista concedida al Financial Times, asegura que el mercado bancario único no será estable a menos que cuente, además de con el Mecanismo Único de Supervisión y la Junta Única de Resolución, con este sistema de depósitos. Una vez implementado, los clientes, las licencias y el capital podrán moverse sin problemas de un país a otro.
Pese a su convencimiento, el presidente de la ABE no puede precisar cuándo se materializará este mecanismo. Los movimientos más recientes han estado enfocados en relajar las normas de capital de Basilea III -el acuerdo internacional para reforzar los colchones de capital y la supervisión de las entidades-, duramente criticadas por parte del sector bancario y los ministros de Economía y Finanzas de la Unión Europea.
Cabe señalar que las propuestas presentadas incluían dos elementos contrario a lo que se entiende por un mercado europeo abierto. Por un lado, se incorporó una clausura que prohibía a los bancos y otras entidades financieras recurrir a los permisos transfronterizos para operar desde países no pertenecientes a dicho mercado. La otra buscaba obligar a los bancos extranjeros a convertir en filiales algunas de sus sucursales en territorio comunitario.
Estas medidas no fueron bien acogidas ni por el sector bancario ni por algunos países europeos. Campa, por su parte, respondió en noviembre advirtiendo de que los políticos estaban poniendo en peligro la reputación de la Unión Europea como centro financiero al intentar diluir estas normas. A lo que ahora ha añadido que "no hay una Europa fortaleza, sino que seguimos ofreciendo servicios adecuados y apertura a los mercados internacionales". Y a las entidades situadas fuera de la UE que hacen negocios con ella, solo les pide que "lo hagan adecuadamente".
De aprobarse la directiva, el siguiente paso para dar forma a este sistema será que Autoridad Bancaria Europea transforme el documento en un reglamento bancario único que sirva de guía para las entidades bancarias de la Unión Europea.