La banca ultima un plan "para que medio millón de personas más tengan acceso al efectivo desde su municipio". Lo anticipó este jueves la presidenta de la AEB, Alejandra Kindelán, durante unas jornadas organizadas por la Apie en la UIMP en coordinación con BBVA, donde avanzó que el sector, en su integridad, está analizando para dar cobertura las distintas soluciones tales como las oficinas desplazadas u ofibuses y "múltiples agentes".
Entre ellos tendría cabida algún acuerdo o alianza con Correos, que actualmente ya trabaja con el Santander donde Kindelán era directora del Servicio de Estudios, Public Policy y Relaciones Institucionales antes de aceptar liderar la AEB.
"Por ahí van los tiros. La idea es utilizar todos los agentes que tengan puntos de acceso en el mundo rural para poder avanzar soluciones a clientes", convino al ser preguntada expresamente si un acuerdo con el antiguo operador postal tendría cabida en el proyecto. "Correos puede ser un agente importante y seguramente lo sea", admitió.
El diseño del plan sería un paso más después del decálogo adoptado por la patronales del sector financiero (AEB, CECA y Unacc) para paliar los problemas de atención denunciados por las personas mayores, y en el que están inmersas las mismas patronales.
Kindelán enmarcó los severos cierres de sucursales, que motivaron esas quejas, en las duras condiciones atravesadas por el sector estos años y la tendencia imparable de la digitalización.
"Los tipos negativos ponían una presión enorme en la rentabilidad. Había que ajustar costes", explicó, aunque a renglón seguido aseguró que la banca está comprometida con clientes y sociedad. "Tenemos que trabajar con los que quieren llevarse la casa a cuestas y los que quieren trabajar en entornos digitales y también facilitar a los que quieren soluciones presenciales, y en eso estamos", agregó.
La AEB, CECA y Unacc trabajan, "en coordinación con las autoridades", para poder presentarlo "antes de vacaciones". Previo a su diseño expuso que están realizando un laborioso y pormenorizado estudio de campo donde miden hasta el tiempo que compromete a un ciudadano desplazarse hasta un punto de disposición de efectivo.
"Hay un compromiso clarísimo de las entidades desde luego para cerrar estos posibles gaps de inclusión financiera con todo tipo de medidas", apuntó, asegurando que "el cajero automático no lo resuelve todo" además porque a veces el ciudadano precisa atención personal.
Clave personal
En clave personal confesó que aceptó el reto de liderar la AEB para poner en valor un sector "verdaderamente comprometido con la sociedad". "Creo firmemente en el valor que aporta el sector bancario a la economía y la sociedad. Juega un papel imprescindible para que la economía se desarrolle y crezca", defendió, en alusión a que gestionan el ahorro y surten la financiación. "El crédito funciona como un ascensor social", ilustró.
Asume así un reto con el que ya trabajaba su antecesor en el cargo, José María Roldán, pero a diferencia de él no apostó por fusionar la AEB con la patronal de los bancos nacidos de cajas de ahorros CECA. "Con la CECA hablo casi a diario, bastante a menudo", desveló poniendo el acento en que hay "muy buena relación y colaboración". "¿Hablar de fusión? Por ahora estamos en un proceso de intensa colaboración y el objetivo en sí mismo no es la fusión sino trabajar juntos y coordinarnos", expuso.
"Es momento de ser realista y responsable y no tomar medidas que incrementen la espiral inflacionista"
En el mismo foro, días atrás, el vicepresidente del Banco Central Europeo (BCE), Luis de Guindos, recetaba prudencia a la banca por lo que pueda llegar. Pidió no dejarse "cegar" por el "espejismo" del favorable impacto en las cuentas de la subida de tipos a corto plazo, ya que la desaceleración económica podría traducirse en dificultades para familias y empresas.
"Por ahora, la verdad es que la morosidad está en niveles muy bajos", apuntó al ser cuestionada sobre dichas advertencias, y recordó que "está en niveles que no dan ningún indicio de preocupación", si bien habrá que monitorizar la subida de tipos y sus efectos. Kindelan reparó además en que el sector encara la situación agravada por la guerra con "más capital, de mayor calidad, y más liquidez".
En su discurso coló un toque de atención sobre el escenario que plantea la imparable subida de precios. "Es momento de ser realista y responsable y no tomar medidas que incrementen la espiral inflacionista", avisó, persuadida de que toca además dar apoyo selectivo, a los hogares con las rentas más bajas y empresas más vulnerables.
La propia patronal bancaria, como CECA y Unacc, ha abierto un diálogo con los sindicatos ante su demanda de trasladar a salarios el coste de la vida. Explicó que la banca se encuentra en un proceso de "escucha y diálogo", pero enfrió un incremento por el IPC recordando que el convenio estará vigente hasta finales de 2023.
