Tras la integración de Bankia la nueva CaixaBank ha empezado a dar los pasos para recuperar la retribución a sus accionistas. Además de anunciar un dividendo de 0,1463 euros por acción procedente de los resultado de 2021, el presidente de la entidad, José Ignacio Goirigolzarri ha adelantado que el banco lanzará un plan para la recompra de acciones a mediados de este año.
Esta decisión ha sido aprobada por el consejo de administración y según explicó Goirigolzarri en la rueda de prensa de presentación de resultados se produce ante el excedente de capital de 10.750 millones de euros con el que cuenta la entidad.
El objetivo de CaixaBank con el programa de adquisición de sus propios títulos es acercar el ratio de capital CET1 al entorno de entre el 11% y el 11,5%. Un ratio que actualmente se sitúa en el 12,8%, según apuntó Gonzalo Gortázar, consejero delegado del banco, que señaló que aún es pronto para concretar más detalles de esa operación debido a que es necesario cumplir numerosos requerimientos legales y autorizaciones.
El propio consejero delegado reconoció que en su encuentro con los analistas había señalado que "pensar en cerca del 12% de ratio de capital me parece una hipótesis razonable", aunque dejó claro que aún no hay una decisión tomada sobre el volumen de esa recompra de títulos.
Goirigolzarri apuntó que el plan de recompra podría lanzarse a mediados de años teniendo en cuenta todo el proceso legal necesario. El presidente de CaixaBank destacó que además del dividendo sobre resultados de 2021 presentado, el consejo ha definido también la política futura de dividendos, al fijar "una horquilla de entre el 50% y el 60% del resultado en 2022".
Goirigolzarri consideró que los resultados de CaixaBank en 2021 muestran que la integración de Bankia "ha sido extremadamente exitosa" y recordó que en este año se ha generado "la mayor integración de la historia bancarias española".
Nuevo plan estratégico
Además, el presidente de CaixaBank desveló que el banco pretende diseñar un nuevo plan estratégico que prevén poder presentar en primavera. El nuevo documento estratégico recogerá los objetivos de la entidad para el periodo de 2022 a 2024, en los que Goirigolzarri resaltó que la prioridad seguirá siendo sacar partido a la unión de Bankia y su potencial, más que posibles operaciones fuera de España.
CaixaBank obtuvo el pasado año un beneficio de 2.359 millones de euros sin anotar los efectos extraordinarios de la fusión con Bankia. Su resultado final se elevó hasta 5.226 millones con todos los atípicos ligados a la absorción de la entidad, incluidos los 4.300 millones del fondo de comercio negativo y 1.433 millones en costes netos originados, principalmente, por la reestructuración.
Gortázar explicó que han salido ya 4.000 personas, el 60% de las 6.452 salidas previstas en el plan de ajuste. Afinales de marzo se materializará la marcha de otras 500 personas y el resto saldrán en su mayoría en julio y el segundo semestre.
El consejero delegado destacó que a pesar de los esfuerzos en la fusión, que ya ha supuesto la integración de 1.500 oficinas, la mitad de las incluidas en el plan, "la evolución comercial fue muy positiva". El beneficio recurrente del grupo se situó en 2.424 millones y rebasa en un 50,46% los 1.611 millones comparables de 2020. Los ingresos core disminuyeron un 1%, hasta 11.339 millones, por la caída del margen de intereses, aunque Gortázar explicó que esa caída se había amortiguado gracias al incremento del 6% en los ingresos por servicios. Un incremento que el consejer delegado atribuyó a la venta de más productos y de más calidad a los cliente y no a un aumento de las comisiones.
Entorno para 2022
Goirigolzarri destacó que "para el año 2022 salimos con unas perspectivas mejores", aunque mantuvo que hay "que ser cautos por los efectos de la pandemia y los efectos potenciales de la inflación". Pese a ello auguró que "vamos a tener un crecimiento más fuerte que en 2021 con un escenario con fuerte crecimiento de la economía real", además de una "tendencia a una normalización de los tipos de interés".