Distribución
La ralentización de la economía española empieza a pasar factura al comercio. Las grandes superficies redujeron un 1,2% sus ventas el pasado mes de julio, a pesar de las rebajas, y se asoman ya al precipicio de la recesión. Si se descuenta una caída puntual en octubre de 2017 -los consumidores aplazaron sus compras al mes siguiente con los descuentos del Black Friday- se trata, según los datos del INE, de la mayor caída en los últimos cuatro años.