Coordino el fin de semana en elEconomista.es. Desde que llegué a este medio en 2016, escribo principalmente de EEUU y su economía. Además, imparto clases de Relaciones Internacionales en la universidad.
deporte y negocio

"Un gol ganador de Zidane en la final del Mundial tendría más impacto en los guetos que diez años de políticas municipales", publicaba Le Figaro cuatro días antes del decisivo encuentro de 1998. Y, aunque de hecho marcó dos, la situación dista de haber mejorado en los últimos 20 años: el Ministerio de Interior galo registraba unos 200 delitos racistas al año en 1998, y más de 2.000 delitos de este tipo en 2015.

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La agencia de calificación Fitch ha publicado a última hora de este viernes la revisión de la nota crediticia de España, que se mantiene en el A- con perspectiva estable tras la subida a esa nota que alcanzó en enero. España había caído de la zona A en 2012 a consecuencia de la crisis económica.

Mercados

Fue el peor estreno bursátil de una compañía de más de 100 millones en 12 años. La juguetera Funko, conocida por sus muñecos cabezones basados en personajes de multitud de series y películas, pisó el parquet neoyorquino por primera vez en noviembre con las peores sensaciones posibles, pero en apenas nueve meses ha duplicado su capitalización.

EEUU

"¿Por qué Estados Unidos es el mejor país del mundo?", pregunta una estudiante a un presentador de televisión en la primera secuencia de la serie The Newsroom. Su respuesta, "no es el mejor país del mundo, pero puede serlo", conmociona a la ficticia opinión pública. Pero hoy, en pleno Día de la Independencia de Estados Unidos, los americanos parecen más optimistas: el 55% de ellos cree que la mejor época de su país aún está por llegar, según una encuestad de Gallup. Sin embargo, los datos parecen apoyar al 41% que opina que la época dorada quedó atrás.

EEUU

La guerra comercial entre Trump y el resto del mundo se recrudece por momentos. Desde que comenzó el año, el presidente estadounidense no ha hecho sino aumentar los aranceles sobre el resto de grandes potencias, en la mayoría de ocasiones aliadas del país de las barras y estrellas. Los efectos nocivos ya son apreciables en la propia economía americana, tanto en la economía real como en la financiera. Sólo los compañeros de partido de Trump, los legisladores republicanos, pueden poner coto a este goteo incesante, pero no parecen dispuestos a hacerlo.