Un virus ha dado la vuelta a nuestras vidas. Muchas personas han padecido la enfermedad, otras la han sufrido en su entorno, hay quien ha perdido a alguien próximo, los hay que se han quedado sin trabajo y están los que no soportan más cumplir con un montón de tareas laborales de forma telemática, a la vez que cuidan de sus hijos o sus mayores... Todo esto puede generar una profunda rabia o ira, una emoción intensa que es muy importante saber gestionar.

Psicóloga, profesora, empresaria y escritora