Editorial
Todo apunta a que el Congreso de los Diputados verá este viernes cómo, por primera vez en la historia democrática española, una moción de censura recibe la aprobación del Parlamento. Los votos comprometidos a favor de la iniciativa del PSOE superan el mínimo de los 176 necesarios para que prospere, después de que los cinco diputados del PNV mostraran su apoyo, revocable si el presidente Mariano Rajoy dimitía antes. Puede sorprender el cambio de posición de los nacionalistas vascos después de que, este mismo mes, respaldaran la aprobación de los Presupuestos de 2018. Es claro que el partido cede a la presión social que supone la "percepción pública pésima" con la que, según el portavoz peneuvista Aitor Esteban, el Gobierno cuenta en el País Vasco. Sin duda, Esteban no solo pensaba en la vinculación que allí la opinión pública establece entre el Ejecutivo y la corrupción o el malestar por la aplicación del artículo 155 en Cataluña. En la misma, o incluso mayor medida, influyen las movilizaciones de pensionistas, masivas en Euskadi, que se consideran perjudicados por el Gobierno.