Los smartphones se han convertido casi en una extensión más de nuestro cuerpo, no importan el lugar o momento, allá donde vayamos nuestro teléfono nos acompaña. Y a pesar de que este dispositivo es un portal hacia cualquier cosa que quieras, ya sea entretenerse, comunicarse con alguien o incluso trabajar, hay gente que prefiere aplicarle otros usos como, por ejemplo, el de cobaya para un experimento.
