Todos somos humanos y, por lo tanto, susceptibles de cometer errores. Sin embargo, algunos errores son más graves que otros. De eso puede dar fe un empleado desconocido del fondo soberano de Noruega, que hizo perder al NBIM (las siglas de Norges Bank Investment Management) unos 86 millones de euros al equivocarse de casilla en un Excel.
