Se lo había prometido, pero la promesa se la lleva el aire. Isabel Pantoja le dijo a su hija Isa que cantaría en su boda con Asraf Beno, pero las circunstancias de su vida han cambiado de tal forma que, hoy por hoy, no está por la labor de trasladarse a Marruecos, y menos montar un show musical. El 26 de junio será el enlace con la casi segura ausencia de la artista, y la más que posible presencia de Kiko Rivera, su esposa Irene y sus hijas.

Si hemos de hacer caso a las habladurías, Raquel Bollo se habría convertido en el terror de los bazares chinos. En Sálvame acusaron a la ex tertuliana de copiar los que califica como sus diseños de ropa, de lo que adquiere en "los chinos". Ella se ha apresurado a negarlo tajantemente, pero en el programa se ratifican en lo contrario.

A mediados de año saldrá al mercado la autobiografía de Javier Santos, el presunto hijo de Julio Iglesias. El libro preocupa al cantante de 77 años, al que han puesto ya al tanto de esa inminente publicación, por lo que se pueda contar en él, sobre todo en la historia sentimental, más exactamente sexual, que tuvo con María Edite Santos, madre de Javier, quien lleva toda la vida luchando en los tribunales para que la Justicia reconozca a Iglesias como padre biológico de su vástago.

No uno, como dicen, sino tres, son los interesados en comprarle a Kiko Rivera su parte de Cantora. El dj y sus abogados negocian y estudian las ofertas con detenimiento, pero no es cierto, asegura "el ex pequeño del alma" de Isabel Pantoja, que "ya haya vendido mi parte, y aún menos, recibido un pago inicial de cien mil euros. Ojalá lleguemos a un acuerdo pronto, pero ahora mismo no hay nada firmado", sostiene.