La gestión empresarial se está convirtiendo en un arte sofisticado y cada vez más. Las reglas de juego de muchas actividades están permanentemente en transformación y la solidez de muchos de los líderes tradicionales de las industrias se resquebraja por la presencia de nuevos competidores que innovan en los modelos de negocio propios y alterando sus propuestas de valor y la forma de estructurarlas en la operativa diaria.