Opinión

El diálogo estratégico como ventaja competitiva

Sabin Azua, presidente de EUSMEX S.L.

La incertidumbre política, social y económica en la que se mueve el mundo condiciona fuertemente los escenarios competitivos que tienen que afrontar las empresas. No hay respuestas claras ni sencillas para las múltiples cuestiones de relevancia que están impactando los procesos de toma de decisiones empresariales.

No voy a caer en la tentación de repasar todos los retos de entorno que nos interpelan diariamente en la sociedad actual, pero me gustaría constatar la necesidad de buscar mecanismos de gestión que permitan a las empresas lidiar con esta situación.

En muchas ocasiones me he referido a la necesidad de fortalecer competencias estratégicas en las organizaciones para poder adaptar nuestro proyecto empresarial a las necesidades cambiantes del entorno. Entre éstas destacaría la curiosidad como mecanismo de apertura mental y búsqueda de nuevos caminos y formas de trabajar, la prospectiva como elemento para visualizar escenarios de futuro que conformarían el marco competitivo de la empresa, la experimentación como herramienta de apoyo para los procesos de innovación y, la cooperación, tanto interna como externamente, para potenciar las capacidades de la organización para cumplir con su propósito estratégico.

Las empresas se enfrentan a una dinámica de gestión en la que es preciso adoptar nuevos conocimientos y capacidades permanentemente y generar mecanismos ágiles de respuesta ante las transformaciones que han acelerado sus ritmos. Es la nueva normalidad, tomar decisiones en medio de entornos cambiantes y de incertidumbre, visualizar (sin hojas de ruta claras) los escenarios de futuro, establecer proyectos atractivos para atraer, desarrollar y retener el talento en las organizaciones, utilizar adecuadamente las tecnologías, como la Inteligencia Artificial o la Tecnología del Dato, para favorecer su competitividad. El propósito estratégico de la empresa necesita el compromiso de las personas y, cultivarlo es imprescindible.

En mi opinión, una competencia básica para generar empresas competitivas pasa por fortalecer el diálogo estratégico en amplios niveles de la organización. Diálogo como herramienta para lograr empresas ambidiestras que aprovechen al máximo las capacidades de sus miembros y sepan generar caminos innovadores enriquecidos para abordarlos grandes retos estratégicos con los que nos enfrentamos en todas las empresas.

Desgraciadamente, el diálogo estratégico continuo en las organizaciones no es un ejercicio muy habitual. Se separan profundamente las funciones de "pensar" y "hacer", o se realiza en procesos temporales rígidos que no se corresponden con el ritmo actual de la toma de decisiones estratégicas, cuando no queda concentrado en muy pocos miembros de la organización, o exige mecanismos de comunicación y vivencia muy alejados del proceso de toma de decisiones.

Animaría a las empresas a diseñar mecanismos de dialogo estratégico en la organización que faciliten la participación activa del mayor número de personas, porque es una vía directa para enriquecer el pensamiento estratégico de la organización con aportaciones que cuestionen el statu quo y el cuerpo ideológico, estratégico y operativo de la organización. Este mecanismo impulsa espacios para el verdadero despliegue intercultural de la organización al incorporar pensamiento diverso de todos los rincones de la empresa extendida y, además, promueve una mayor implicación para avanzar hacia la verdadera consolidación de una comunidad de personas en la organización.

El diálogo estratégico continuo en el seno de las organizaciones presenta una serie de aportaciones al pensamiento estratégico y operativo que la convierten en una competencia básica como mecanismo de ventaja competitiva. Entre otras, cabe considerar las siguientes:

· Mejora la calidad de la toma de decisiones gracias a la participación inteligente de los miembros de la organización y, al mismo tiempo, potencia la implicación de las personas en su implementación.

· Favorece la búsqueda de soluciones más innovadoras y disruptivas en la empresa al canalizar el pensamiento divergente, diverso y creativo que rompe los procedimientos habituales de análisis y toma de decisiones.

· Dota de energía transformadora al equipo de personas de la organización al facilitar su involucración activa en la determinación de su propio proyecto de futuro ligado al propósito general de la organización.

· Facilita la adaptación en tiempo real del sentido de dirección estratégica a los cambios de entorno y de marco competitivo, lejos de procesos preestablecidos en el tiempo; contribuye en este sentido a situar en un plano de convergencia real el pensamiento estratégico y la capacidad operativa de actuación.

· Impulsa decididamente la cooperación en el seno de la organización, generando espacios nuevos de diálogo y de co-creación de valor entre de diferentes ámbitos de la empresa, para favorecer su mejora competitiva.

· Recoge, de forma eficiente, directa y rápida las aportaciones e ideas de transformación estratégica y operativa del mayor número posible de miembros de la organización, y las enriquece a través de los mecanismos de diálogo establecidos.

· Fomenta un diálogo diferente al habitual en la gestión operativa de la empresa, al plantear las preguntas y descripción de retos adecuadas para favorecer la toma de decisiones estratégicas y operativas correctas.

· Genera mecanismos que nos permitan escuchar a las "personas calladas" de la organización quienes no participan activamente en el día a día de la organización y, poner en valor su capacidad de aportación.

· Fomenta la escucha activa de las y los directivos y mandos intermedios, y por lo tanto, mejora sus capacidades para el adecuado desarrollo de las funciones que les corresponden.

· Hace más divertida, rica e interesante la labor profesional de las personas, y deja espacios reales para la creación y aportación de valor. Mejora por ello el atractivo de la organización para atraer y desarrollar talento.

Recomendaría la incorporación de pensamiento externo a estas dinámicas de dialogo estratégico para favorecer la disrupción, la aportación de conocimiento y experiencias diversas, facilitar el desarrollo de las personas de la organización y enriquecer el contenido de las sesiones de debate y creación de pensamiento estratégico.

Considero imprescindible fomentar el dialogo estratégico en las organizaciones, con debates que contribuyan a transformarlas, y que ayuden a convertir a los líderes operativos en arquitectos de futuro. Se trata de impulsar una de las principales funciones de los equipos directivos y mandos intermedios, la de educar y promover el desarrollo de las personas de la organización, como fuente de ventaja competitiva.

Necesitamos movilizar la inteligencia competitiva de toda la organización para hacer frente a todos los retos que se nos plantean. El dialogo estratégico es una vía imprescindible para ello.

WhatsAppFacebookFacebookTwitterTwitterLinkedinLinkedinBeloudBeloudBluesky