La preocupación sobre la dramática destrucción de empleo-unos 400 puestos de trabajo- que supondría la marcha de la multinacional gallega Grupo Copo de la localidad pontevedresa de Mos continúa en el ambiente. El propio presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, instó a la responsabilidad y actuar con mucho cuidado después de que trascendiera que la empresa estudia trasladar a Portugal sus tres plantas ubicadas en la localidad pontevedresa.