Es uno de los actores más atractivos de Hollywood y a sus fans casi les da un parraque cuando han visto su imagen este lunes: con arrugas, pelo cano, gafas y unos kilos de más. Bradley Cooper (47) ha envejecido treinta años de un plumazo pero, por suerte, solo son exigencias de su nueva película, Maestro (Netflix), que protagoniza y dirige (la segunda después de Ha nacido una estrella, con Lady Gaga).