Hace apenas unos años, las infraestructuras digitales eran un concepto reservado a sectores muy especializados. Hoy en día, el crecimiento sin precedentes del volumen de datos y la necesidad de gestionarlos con la mayor eficiencia ha situado a los data centers -centros de datos- como elementos clave para el funcionamiento de la economía moderna. En Aragón, este fenómeno está tomando forma con fuerza gracias a la suma de varios factores: la ubicación estratégica, la disponibilidad de suelo, el acceso a energías renovables, la estabilidad institucional y, sobre todo, la alianza poderosa entre banca e instituciones empresariales.