Fue a principios de diciembre cuando el gestor de contraseñas LastPass informó de que un tercero había accedido de manera ilegal a sus servidores, en un principio se desconocía cuál había sido el alcance del ciberataque, no obstante, la compañía acaba de actualizar la información y dice que los atacantes consiguieron acceder a las bóvedas de los clientes donde se encuentran las contraseñas y otras informaciones privadas de estos.