Builder.ai, una startup londinense que llegó a estar valorada en 1.500 millones de dólares y estar respaldada por Microsoft y el fondo soberano de Catar, se ha declarado en bancarrota tras descubrirse que su plataforma supuestamente impulsada por inteligencia artificial (IA) era, en realidad, una operación manual realizada por unos 700 ingenieros en la India.