Matthew Lynn
Ya hemos tenido el Plan Trump este año, aunque la realidad haya resultado mucho más decepcionante que lo prometido. Ahora parece que los mercados tienen un nuevo favorito. Tras un desenlace que satisfará sin duda a sus viejos colegas de Rothschild, aparece el Plan Macron. Cuando empezaron a trascender los resultados de la primera vuelta de las elecciones presidenciales francesas el domingo por la noche, todos los activos susceptibles de lucir una bandera tricolor tenían combustible para cohetes en el depósito. El populismo se despedía, el euro estaba a salvo y el libre comercio permanecía. Los inversores vitorearon.