Opinión | Marcos Suárez Sipmann
El Kremlin consolida su presencia militar en Siria. Decidió estacionar aviones de combate, helicópteros de guerra y equipos bélicos en una base militar instalada recientemente a toda prisa en Latakia, en la costa del país árabe. Asimismo, barcos cargados atracaron en la base naval que desde hace cuatro décadas Moscú mantiene en la vecina Tartus. No se sabe todavía si seguirá enviando fuerzas terrestres y si el despliegue será de naturaleza ofensiva o para defensa de instalaciones aéreas y navales.